El ciclo denominado Escuela Abierta, que lleva adelante la Escuela del Bardo, tiene el agrado de recibir a la bailaora Rocío Aristimuño, quien brindará un taller antropológico con el flamenco, titulado Música que baila, danza que toca; como así también un encuentro de cierre con músicos locales, espectadores y los talleristas denominado Somos unx para todxs. Las actividades se llevarán adelante el 13 y 14 en la Escuela del Bardo, sita en avenida Almafuerte 104 bis, de Paraná.
"Música que baila, danza que toca": taller de flamenco
La convocatoria pretende acercar a músicos al flamenco y flamencos a la música; destinado a bailaores y bailaoras de flamenco, músicos profesionales de flamenco, músicos en general y estudiantes de estas disciplinas.
“Mi objetivo es dar autonomía, libertad, musicalidad, formación de un cuerpo vivo en escena, un ser lleno de energías complejas que se desatan en armonía y sobretodo en paz al bailar”, destacó Aristimuño.
Serán dos encuentros de dos horas de duración donde se buscará la relación entre la música oriental y la occidental, las divisiones rítmicas, las músicas del propio cuerpo, la afinación, melodía y armonía de lo percusivo, las formas de las coplas estrofas o cantes populares del flamenco.
“Es una aproximación que vengo investigando desde hace muchos años, se basa en que el que baila también es instrumento y el que hace música también baila. El juego de palabras quiere unir varias cosas, la música oriental con la occidental, tratar de que la gente no se aleje del flamenco por considerarlo musicalmente difícil”, dijo a Escenario.
La intención es acercar a las personas a lograr una pieza artística personal, verdaderamente viva para llegar a mostrar su flamenco, único e irrepetible. Es que las danzas son una expresión física y en movimiento de los sentimientos. Pero en el flamenco el sentimiento está muy a flor de piel: “Es música que viene de un pueblo muy oprimido, asesinado, prendido fuego. El flamenco viene de la parte sur de España, de los gitanos nómadas, que no tenían tierra y caminaban por el mundo. Estaban parados, por eso el flamenco es zapateo, es actitud, es tripa, es desgarrante y habla mucho de la historia de la humanidad”, acotó Aristimuño.
En este arte ancestral y no academizado urgen las búsquedas que traigan claridad. A esta danza tan compleja y al parecer lejana se le ha anulado el concepto musical del bailaor, se ha pensado que al no ser gitano uno no puede bailarlo, sus sistemas orientales han asustado, por lo que las han adaptado al gusto occidental, a secuencias repetidas, a coreografías sin contenidos.
“Lo que se muestra del flamenco es bastante diferente de lo que realmente es, hay un recorte comercial donde sólo se muestra la rumba, el tango y es una parodia de un español. El flamenco es mucho más amplio, tiene diversos ritmos marcados por las palmas, que se denominan palos flamencos, y no es tan diferente a lo que sucede con nuestro folclore, no es lo mismo una chacarera que un pericón, o un escondido. En el flamenco está la bulería, el fandango, la alegría, cada cual con una coloratura rítmica diferente que proviene de distintos pueblos, igual que acá. No es lo mismo la chacarera santiagueña que la catamarqueña. Hay puntos comunes entre el flamenco y el folclore argentino, teniendo en cuenta que los barcos llegaron a nuestro país cargados de españoles que se mezclaron con nuestros pueblos originarios. Y hay una unidad que estoy estudiando desde hace tiempo, con mucho respeto, y eso lo quiero compartir en mis talleres”, destacó la artista, quien desde los cuatro años estudia baile flamenco, percusión y antropología del arte, pilares troncales de su formación.
Por último, invitó a que se acerquen al taller todos aquellos a los que les interese el tema: “Va a estar buenísimo. Hace tiempo que con Juan Kohner de Teatro del Bardo teníamos ganas de hacer esto, y ahora por fin se da. Además, el sábado a la noche vamos a hacer un espectáculo con músicos locales, algunos especializados en flamenco y otros que no, y quizás del taller salgan cosas que también podamos mostrar y compartir”.
Por informes e inscripciones, comunicarse al teléfono (0343) 154677376 (Juan Kohner).