Bajo protocolo sanitario y con una capacidad limitada de espectadores, se realizó el domingo la apertura de la carpa La Moringa en Colonia Avellaneda con dos funciones y un interludio en el patio del Prado Español de la localidad. Esta propuesta de circo a la gorra se extenderá durante febrero de jueves a domingo en dos horarios, a las 20 y a las 22.
La carpa de La Moringa brindará espectáculos durante febrero
Se trata de la primera actividad de la carpa luego de un año difícil por la pandemia, por lo que el equipo organizador, alrededor de 25 artistas, lo vive de una manera emocionante y con gran alegría, sostuvo Brenda Corso, una de las integrantes de La Moringa, a Escenario.
Los espectáculos que allí se pueden disfrutar son variados. En relación a las funciones de las 20, Corso indicó que son puntualmente de circo, donde hay malabaristas, acróbatas, bailarines y músicos.
En tanto que la programación de las 22 comprende, en principio para los viernes, doble función de circo, mientras que los jueves el espectáculo es musical, los sábados de humor y domingos de teatro.
“Esta programación responde a la idea de reencontrarse con la lógica del circo criollo”, referenció Nahuel Pisani, otro miembro de la carpa.
Las funciones se desarrollan bajo estrictos protocolos sanitarios, por lo cual en el ingreso se conforman burbujas familiares donde se controla además la temperatura, y se solicitan datos de los espectadores. Asimismo se ofrece desinfectante de manos y se pide el uso del tapabocas obligatoriamente durante la permanencia en el evento.
Ante la capacidad limitada de la carpa, la reserva de la entrada se debe realizar una hora antes de las funciones en la puerta.
Además, Pisani sostuvo que “la carpa tiene capacidad para 300 personas, pero como se está trabajando por protocolo se reduce al 30% de su capacidad, y realmente a los costos productivos es un gran esfuerzo montar La Moringa”.
Esta es la modalidad bajo la cual deben trabajar actualmente, adaptándose a una nueva normalidad y luego de haber atravesado un año difícil.
Cabe señalar que el evento cuenta con el apoyo de la Municipalidad, que se mostró predispuesta desde un principio a que la carpa se instalara en el predio, cuyas dimensiones son amplias y adecuadas.
Con respecto al trabajo a la gorra, Pisani y Corso referenciaron que generalmente la gente no termina de comprender qué quiere decir “a la gorra”. “No significa que sea gratuita sino más bien se trata de una oportunidad que tenemos todos de ponerle un valor consciente al espectáculo. A mí me gusta decirle que es como una especie de taquilla invertida porque, por ejemplo, cuando vas al teatro uno compra una entrada y después ve la obra pero no sabés aún si te va a gustar o no” afirmó Corso.
En las actividades a la gorra sucede todo lo contrario, porque se tiene la posibilidad de entrar y ver un espectáculo, y luego cada persona elige el valor que le pone.
En este sentido, la artista agregó: “Es un espectáculo de calidad con artistas locales, nacionales e internacionales. Hemos visto que la gente la pasa bien y observamos sonrisas en los rostros de quienes nos vienen a ver”.
Por último, Corso indicó: “Decidimos trabajar a la gorra porque es el único lugar que nos acepta a todos sin distinción y como lo profesamos nosotros en relación al acceso a la cultura”.
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