Pil Trafa, exlíder de Los Violadores y quien al frente de su proyecto Pilsen acaba de editar “Carne, tierras y sangre”, consideró que tanto en la escena mundial como a nivel local “hay mucho rockero facho”. “Para mí que de jóvenes ya eran fachos, porque es como muestra Ingmar Bergman en El huevo de la serpiente, facho se nace, no te vas haciendo”, aseguró Pil Trafa desde la ciudad peruana de Lima, donde vive con su compañera y su hijo. “Al rock argentino lo veo anestesiado, no tiene ninguna convicción”, dijo Pil Trafa.
"Al rock argentino lo veo anestesiado"
—Hay un libro de Johnny Rotten, el líder de los Sex Pistols, que se llama “La ira es energía”. En ese libro, Rotten pega duro contra el mundo del rock. Vos hiciste casi lo mismo en el tema que cantás con Irione, que tiene una mirada muy fuerte desde el rap pero que a su vez creció escuchándolos a todos ustedes.
—Es una conjunción fantástica la que se hizo con Irione. Yo durante ese tema estaba en Jamaica y había visto a muchas bandas jamaiquinas, y la primera idea que se me cruzó es que cualquier tipo porque se mete en una cama solar se cree que es Bob Marley. Escuché unas bandas que no sé ni el nombre y tremendo. No estuve en Kingston, estuve en Montego y la música era pesadísima, es pesado el ambiente y todo lo que se vive. Después hay un reggae plástico en Jamaica, a los taxistas que me hice amigo me llevaron a comprar cosas, compré los discos de reggae fabricados en Jamaica. Ahí me surgió que cualquiera se cree un Marley de ocasión o cualquier jetón se cree un rolling stone, y ahí me salió una cosa de tirarle al rock argentino porque lo veo anestesiado, muerto, no tiene espíritu, no tiene lucha, no tiene nada, no tiene ninguna convicción. Es todo el aparato que te mete una banda, que te mete a Soda Stereo sin Cerati. Es una locura. Parece que va a cantar el tipo de Coldplay y van y compran la entrada, son boludos. Es la nostalgia de revivir un momento que fuiste muy feliz y fue en tu juventud, pero te vas a encontrar con pantallas. Son amigos, los conozco a los muchachos y todo, pero Cerati era mucho más que Soda Stereo.
—¿Cómo ves esta movida de hip hop, de rap y de trap en Argentina? ¿Hay una cuestión rupturista que se vincula con la de ustedes en los 80?
—Hay ruptura, lo que pasa es que es un ritmo monocorde. Es la inventiva, ese don de la rapidez. El trap no me gusta, pero mi hijo empezó a escuchar las peleas de gallos y a raíz de eso me metí, empecé a saber quién era Wos, quién era Irione. Yo elegí a Irione para grabar porque venía de la escuela del punk. Si te quedaste dormido y solamente querés hacer un espectáculo pero no importa la letra, el sentimiento y la música y solo importa la cuenta bancaria, muchas pantallas y muchas luces entonces vienen estos pibes del hip hop y está bien que nos vengan a reemplazar a todos. Lo que pasa es que, como te dije, esta música tiene limitaciones. Pero se puede ir gestando como Cypress Hill, que no es ninguna novedad, ya son más rockeros y tocan con banda. Y me gusta lo que dice Irione, porque dice “mucho punky flojo se ha perdido por el tiempo”, ¿no? Desgastado por el tiempo. Yo he bloqueado a un montón de gente facha a la que le encanta “Represión” porque eran jóvenes cuando la conocieron, pero después hablan como fachos.
—A eso apuntaba. Los cuestionamientos a Morrissey por sus afirmaciones xenófobas, a Andrés Calamaro por su apoyo al partido xenófobo español Vox...
—Con Andrés estuve hablando y me parece que soltó la espoleta de la granada. Lo quiero mucho a Andrés, pero bueno. Le gustan los toros, yo no podría soportar un espectáculo de esos. Encima si me decís hace 50 o 90 años que la persona era más salvaje, pero hoy en día ver cómo matan a un toro, que lo pican y le ponen la banderilla?Hay mucho rockero facho. No sé por qué, será porque en su juventud el rock era una canalización de decir “vamos para adelante”, pero también eran fachos cuando eran jóvenes. Existen los cromosomas fachos, están puestos. Y bueno, cuando crecen de edad se ponen pelotudos y tratan de hacer mierda a todo el mundo.
—Lo que cuestionás del rock argentino ¿Lo ves solo en la escena “mainstream” o encontrás diferencia en el under o el indie?
—Abajo hay muchas cosas. Conozco pocas porque las veo por Facebook o por redes y no recuerdo. Pero sí, hay mejores cosas. En el tango y en el folclore hay muchas cosas buenas. Eso es interesante, por eso están buenas las fusiones. El “mainstream” es realmente muy decadente, ahora se suben videos de la pandemia y esto no es broma. Si algún día se te da por escribir cuando pase esto me parece que es mejor, en el momento es muy de diario. El encabezado número 1 sabemos qué banda es, tiene nombre de localidad de provincia de Buenos Aires, y es muy feo. Es un grupo de autoayuda, es muy feo: estéticamente es muy feo, líricamente es muy feo, es una cosa fea con canciones muy depresivas. La poca gente del núcleo que yo tengo de amigos que me han dicho que es buena es porque tenían familiares enfermos con cáncer o algo así, es un grupo de autoayuda. Pasa que ese grupo te lo agarra equis productora, te lo mueve por todos lados y listo.
El dardo punk contra Macri y la oligarquía
Pil Trafa sostuvo que la gestión de gobierno de Mauricio Macri “quiso quitarte todos los gustos, que vivas mal: la oligarquía es así”. Con 61 años, nacido como Enrique Chalar y radicado en Perú desde los 90, el músico que se hizo conocido por Los Violadores en los 80, cuestionó al gobierno anterior “por blanquear esa idea nefasta de que los pobres no van a la universidad. La gratuidad es del año 49, de Perón, y es absolutamente buena”. El actual líder de Pilsen consideró que la administración macrista “era expresión de la oligarquía como lo demostraron los apellidos patricios metidos a funcionarios y queriendo debilitar y destruir lo que había en comunicación, software, reactores nucleares y satélites donde Argentina es el país más fuerte en Latinoamérica”. Lúcido y punzante, Pil Trafa grabó un disco con elementos del folclore argentino y latino, siempre tocado bajo un prisma punk. Pil le da duro al rock argentino en la canción “Así está el rock”, donde participa el rapero de Avellaneda XXL Irione. “Carne, tierras y sangre” estuvo jaqueado no sólo por la pandemia sino también por la tragedia, ya que en noviembre, en la etapa final del registro, falleció Tomás Loiseau, productor y bajista de Pilsen y líder de la banda punk Mamushkas.