Es entrerriano y tiene 15 años el flamante campeón argentino de paraecuestre
Ignacio Tomás Conta es de Sauce Montrul, tiene 15 años y es el flamante campeón argentino de paraecuestre. Con gran alegría, alcanzó el podio en el último campeonato de verano, que culminó el 31 de enero en el Club Hípico General Pueyrredón de Mar del Plata.
El joven nació con mielomeningocele, un tipo de espina bífida, que se ocasiona cuando la columna vertebral no se forma con normalidad durante el embarazo, lo que además en su caso le produjo una hidrocefalia secundaria. Una de las disciplinas que lo ayudan a superarse cada día es justamente la equinoterapia, actividad que practica dos veces por semana en el club La Carmela, en Colonia Avellaneda, un centro especializado donde además se realiza equitación. Humberto Basso, referente del lugar y entrenador de Ignacio, contó a UNO con orgullo: “Nacho salió primero en la categoría Al paso, Trote y Galope y además obtuvo el mayor puntaje a nivel general. Él está federado en la Federación Ecuestre Argentina y en Mar del Plata compitió en el campeonato paraecuestre, pero además compite en salto”.
A su vez, aseguró: “A él la equinoterapia lo ha favorecido muchísimo en cuanto al equilibrio y el trabajo corporal en sí. Se nota una gran mejoría en el aspecto motriz y a eso lo ha destacado su kinesiólogo. Y es impresionante lo que ha mejorado en la marcha y en su postura”.
Basso destacó que en general la equinoterapia reporta múltiples beneficios: “Desde lo motriz es impresionante el cambio en quien la practica: mejora la marcha, el equilibrio, la postura; desde lo intelectual mejora la atención, la concentración; y desde lo psicológico aumenta la autoestima y favorece el control de las emociones, entre otros aspectos. Son numerosos los beneficios que tiene esta disciplina”.
Un gran equipo
Al certamen en la ciudad de la costa atlántica Nacho fue junto al equipo de La Carmela y también llegó acompañado por sus padres, Luis Conta y Mariela Reyes, y su abuela materna; en su casa quedó Gabriel, su hermano mayor que pronto cumplirá 20 años. “Fuimos para estar con él y alentarlo. Es la primera vez que sale campeón y estaba súper contento, al igual que nosotros”, contó a UNO su mamá, quien destacó: “Le dieron regalos y dos bandas, una porque salió primero en su categoría, y otra porque sacó el mejor puntaje general y se consagró campeón a nivel país. Estuvo todo muy lindo y regresamos llenos de felicidad”.
Por su parte, Patricio Guglialmelli, referente de la disciplina y uno de los organizadores del certamen, destacó: “Se sintió una verdadera inclusión, ya que la premiación fue en conjunto con los atletas del torneo convencional”.
Mariela coincidió con el entrenador del joven que desde que empezó a hacer equinoterapia su salud se vio favorecida: “Ha mejorado mucho la postura de su cuerpo y en eso cambió un montón, porque medio que se estaba encorvando”.
Si bien confió que al principio tuvo miedo de que su hijo se cayera, lo acompañó siempre en su elección de practicar esta disciplina, que le genera un gran entusiasmo: “Un accidente en él podía significar un riesgo y el año pasado se cayó, se quebró una muñeca y estuvo dos meses sin hacer equinoterapia. La kinesióloga nos explicó que en cualquier deporte pueden ocurrir incidentes, y él no se desanimó porque esto es lo que le gusta, lo que lo hace feliz, y gracias a Dios le ha ido re bien”, señaló.
La mujer comentó que para los campeonatos que se llevan adelante en Entre Ríos alquilan el mismo caballo que Nacho utiliza en los entrenamientos. Pero en Mar del Plata debieron arrendar otro: “En dos días tuvo que aprender a manejarlo, así que es un doble mérito su logro, porque tuvo que aprender a entenderse con un caballo con el que no se había vinculado antes”, indicó.
Una vez finalizada la competencia, en la que su hijo se consagró como actual campeón nacional de paraecuestre, la familia aprovechó el viaje para disfrutar unos días de playa en Mar del Plata. Mientras Ignacio está complacido con su flamante título, se prepara para regresar el mes que viene a clases: “Va a la escuela Almafuerte y pasó a 3º año”, indicó su mamá, quien rescató que en los campeonatos ecuestres se genera además la posibilidad de vincularse y confraternizar con personas de otras provincias: “Eso es lo principal de los deportes, que siempre nos permiten conocer gente de otros lugares del país. Acá había chicos de San Juan y otras provincias”.
Por otra parte, destacó: “Cuando Ignacio empezó equinoterapia jamás hubiese pensado llegar adonde llegó. Como familia lo incentivamos en todo y lo acompañamos para hacer una vida prácticamente normal”.
En tanto, Laura Meroi, vecina y amiga de la familia de Sauce Montrull, rescató: “Nacho nunca bajó los brazos. Y ante cada desafío pone todo su empeño, porque sabe que tiene una hermosa familia que lo alienta y contiene. Este gurí cuenta con un padre que se desespera día a día por ser mejor donde le toque estar, y así poder tener todo lo necesario para llevar adelante su familia. Además de tener una madre que no descansa y pelea a capa y espada para defender los derechos de su hijo y darle una vida digna y de contar con una abuela dulce que lo contiene y estimula desde los gestos más tiernos y amorosos”.
Asimismo, subrayó: “Nacho, campeón nacional de paraecuestre, hoy nos enorgullece a todos los saucemontruleños, y le agradecemos por demostrar que con amor y dedicación todos pueden ser felices y destacarse en la vida. Su familia es un ejemplo de lucha y unidad con el que logran superar todo”.