Vanesa Erbes / Redacción de UNO
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Ignacio y Franco no se conocen, pero tienen casi la misma edad y una historia que en algún punto los une: los dos se enfrentaron a una enfermedad que les cambió la vida.
En un gesto solidario, llega una gran ayuda para Franco
Ignacio tuvo un aneurisma, que fue detectado tras unos exámenes de rutina cuando le dieron la gran noticia de que iba a integrar el seleccionado entrerriano de básquet. “Tuvo la cirugía en el mes de setiembre. Por suerte fue un éxito y hoy está muy bien de salud”, contó a UNO su papá, Gabriel Guzmán.
“Es un tema que la mente quiere borrar rápido y que se convierta en un recuerdo. Fue un jueves cuando le confirmaron que quedaba dentro de los 12 jugadores de la Selección provincial, pero durante los exámenes médicos descubrieron que algo no estaba bien. En el acto hicimos una resonancia y confirmamos el diagnóstico. Exactamente a los siete días le hicieron una cirugía en el Instituto Cardiovascular de Rosario”, añadió.
Por su parte, Franco espera a ser intervenido en diciembre. Tal como publicó UNO en su edición del 13 de noviembre, padece un extraño tumor denominado fibroangioma nasofaríngeo juvenil y necesita una compleja operación que cuesta 24.200 dólares.
Su papá, Mario González, junto a su esposa Lorena y un grupo de gente que colabora, procuran reunir por sus medios la importante suma de dinero que se requiere para salvar la vida de Franco y evitar las posibles secuelas que puede provocarle el tumor si sigue creciendo.
“Es mucha plata y cuesta juntarla, pero encontramos a muchas personas solidarias y tenemos esperanzas de lograrlo”, destacó Mario.
Por esa instancia pasó la familia de Ignacio. Para reunir el monto que costaba su operación mucha gente colaboró. Entre otras actividades, se realizó un encuentro de básquet a total beneficio en el Atlético Echagüe Club. “Por suerte la obra social nos cubrió todo, ni siquiera tuvimos que pagar alojamiento porque muchos nos dieron una mano. Así que ese dinero quedó intacto y decidimos guardarlo hasta que apareciera alguien que lo necesite”, relató Gabriel Guzmán, a la vez que comentó: “Mi esposa leyó en Diario UNO la historia de Franco y le consultamos a Ignacio. Él decidió que Franco sea el destinatario de esa plata para poder operarse”.
“Con mi señora lloramos en estos dos meses lo que nunca lloramos en nuestras vidas y sabemos lo que se siente cuando está en juego la vida de tu hijo”, dijo modo de conclusión.
La vida es prioridad
¿Cómo entender la desesperación de un padre o de una madre si uno no pasa por una situación similar? En el caso de Mario, confía exclusivamente en el médico especializado en este tipo de intervenciones, el único que le ofreció garantías y esperanzas. La obra social prometió hacerse cargo de los gastos de la internación, pero no de los costosos honorarios. El dinero se junta a cuentagotas, con esfuerzo y colaboración de la gente. Ayuda oficial no hay porque, según explicó Mario, le dijeron que tiene obra social y le sugieren ver a otro doctor. Muchos recomiendan otras opciones, que podrían reducir los gastos. Pero el tiempo corre y la vida tiene un valor supremo, sobre todo si se trata de un hijo.
En estos casos aparece mucha gente dispuesta a colaborar
Gabriel Guzmán, junto a su familia, agradecieron la solidaridad de mucha gente que los acompañó en el duro momento en que los médicos detectaron el aneurisma que afectó a su hijo Ignacio. “Cuando nos dieron el diagnóstico nos ocurrió lo que seguramente le pasó también a Mario. Salís del consultorio y parece que te dieron un martillazo en la cabeza y no sabés para dónde correr, pero siempre encontrás gente gaucha en el camino, que te abre las puertas de una manera inesperada y el de arriba aparece”, aseguró.
En este sentido, pidió destacar su agradecimiento hacia quienes los acompañaron y “sobre todo a Tatiana Guzmán de la Subcomisión de básquet del Club Echagüe, a Brígida, que no quiere que la nombre pero debo hacerlo, a la clínica de Paraná donde lo atendieron y al doctor Mendoza, y por supuesto al club de mis amores: Paracao. Fue increíble cómo todos sus compañeros de la Selección y todos los amigos que le dio este deporte estuvieron presentes, al igual que la gente de la Federación”, indicó emocionado.
Hoy el dinero recaudado fue entregado a la familia de Franco González y Gabriel pidió difundirlo en este medio para que quienes colaboraron conozcan el destino de lo que donaron solidariamente. Si bien con este importe no llega a cubrirse de todas maneras la cuantiosa suma que se requiere para operarlo, el aporte es importante y significa un aliciente para mantener las esperanzas. Mario, conmovido, destacó y agradeció el gesto: “Es una gran ayuda para que Franco pueda ser operado”, señaló.
“Hoy tenemos las energías puestas para que llegue ese momento. Es lo que nos preocupa en la actualidad y a veces hasta sentimos que a nuestros otros dos hijos no les prestamos la suficiente atención, o que no nos podemos concentrar en el trabajo. Cuando esto pase, vamos a seguir ayudando a otra gente”, enfatizó.