Mientras que en el centro de la ciudad parecía estar todo colapsado por los autos que pugnaban por llegar a algún destino, a unas pocas cuadras aparece un espacio público lleno de verde, sombra, sol, juegos y tranquilidad.
En la plaza Juan B. Justo solo falta que funcionen las luces
La plaza Juan B. Justo del barrio Cuarteles, que se encuentra llegando por avenida Ejército, doblando a la izquierda unos 200 metros por calle O’Brien, es puro sosiego. Ayer a mitad de mañana un grupo de amigas se sentó en un banquito de material para tomar unos mates en un recreo del estudio. “Si hubiéramos sabido que no había nadie traíamos los apuntes para leerlos al sol”, contó una de ellas mientras volvían al duro encierro que conlleva la educación universitaria.
Mientras tanto, en el otro extremo del óvalo estaba Eduardo Arduino, que hace 40 años vive frente al lugar que apabulla con su verde. El hombre, que trabaja en la comisión vecinal que preside Norma Flores, fue el que convenció a los vecinos que dejen las bolsas de basura en la puerta de sus hogares y no las tiren en las esquinas.
Eduardo ya había pautado con el jefe de los recolectores que, por las noches, las retiran sin inconvenientes de las veredas.
Lo mismo hizo con el placero. Se reunieron, charlaron y comenzaron a trabajar juntos para mantener el césped y los árboles. El tema de los juegos se les hace más difícil porque necesitan materiales para arreglarlos. Eduardo quiere que todo esté prolijo y hay veces que se enoja con los perros que rompen las bolsas de basura. El policía que vigila en una de las esquinas ya lo reprendió porque lo vio ahuyentarlos con la gomera.
Los habitantes del barrio muchas veces no entienden a los jóvenes que se reúnen a pasar el rato hasta que cae el sol y algunas veces aprovechan para tomar una cerveza o una gaseosa.
Para tratar de encontrar una solución al tema y evitar situaciones incómodas, piensan que una garita de la Policía, como las que colocaron en la mayoría de los espacios públicos de la ciudad, brindaría sensación de seguridad, sobre todo por las noches. El gran tema es que desde hace tiempo dejaron de funcionar las luminarias y el follaje de los árboles crea una postal intranquilizadora.
UNO se comunicó con los trabajadores de Alumbrado Público de la Municipalidad, que aseguraron que hoy comenzará a trabajar una cuadrilla para arreglar los desperfectos que tienen que ver con la humedad. En algunas columnas también se robaron los cables, lo que generará una inversión más grande que solo cambiar los focos.
Para crecer
* Durante los fines de semana faltan actividades culturales o recreativas para que los vecinos, grandes y chicos, se acerquen a la plaza y puedan apropiarse del espacio. Lo bueno es que hay lugar de sobra para que puedan coincidir diferentes espectáculos.
* Ahora esperan que los empleados municipales escuchen los reclamos y levanten las ramas que se están juntando en la esquina de O’ Brien y Sayos. Si bien no son tantas, ayer un vecino al mediodía aprovechó y vació una bolsa de hojas en el montículo que está en diagonal a su hogar.
* Los trabajadores de Limpieza esperan por bolsas de residuos y el camión que se lleve la ramas para evitar el minibasural.