El sábado se realizará la muestra anual de los talleres de Cáritas Luján. Será de 9 a 13.30, en la parroquia Nuestra Señora de Luján, situada en la intersección de las calles Santos Domínguez y 4 de Enero, en Paraná, y junto a las exposiciones habituales que llevan a cabo distintos emprendedores el primer sábado de cada mes, denominadas Ecoencuentro, se sumarán los trabajos hechos en los talleres Arañitas Tejedoras, de barrio Gauchito Gil, y Tejiendo Ilusiones, de Villa Mabel.
En la parroquia Luján, tejedoras participarán en la muestra anual
Las mujeres de los talleres de Cáritas de los barrios Gauchito Gil y Villa Mabel compartirán el loable trabajo con el que forjan su sustento
8 de noviembre 2017 · 08:14hs
En ambos espacios, situados en barrios vulnerables en la capital provincial, se fomenta la inclusión social a través del ancestral arte de transformar la lana en alguna prenda que abrigue y abrace, a partir de las dos agujas, el crochet o el telar. Las principales destinatarias son mujeres, pero también han participado niños y jóvenes varones que encontraron un lugar donde expresarse.
"En el barrio Gauchito Gil venimos trabajando hace dos años junto a Cáritas de la parroquia Luján con los talleres de tejido. El objetivo es el de enseñar el oficio de tejedora artesanal para colaborar en distintos aspectos, que van desde ayudar a la economía hogareña hasta brindar una contención a las mujeres en situación de vulnerabilidad", contó a UNO Marcela Giménez, quien hace hilados y tejidos con fibras naturales y fue una de las impulsoras de esta iniciativa, cuando en base a su experiencia personal pudo superar un momento adverso de su vida a través de este oficio heredado de su familia y se propuso ayudar a otras personas compartiendo sus saberes. Al respecto, refirió: "Brindo lo que sé de todo corazón a las chicas y a Cáritas, a través de lo que yo les puedo enseñar. Cáritas se encarga de darlo a conocer a la comunidad. Esto se lleva adelante sin fines de lucro y a partir de un vínculo solidario que se genera. Para mí en lo personal es un gusto enorme hacer esto y ha sido muy sanador poder hacer este aporte, y también he invitado a mucha gente que quiera también brindar dos o tres horas de su tiempo con este propósito de ayudar, enseñando lo que sabe hacer".
Marcela trabaja ad honorem en el salón comunitario ubicado en el corazón del Gauchito Gil, donde todos los viernes, un par de horas a la tarde, chicas y señoras se juntan a entrelazar puntos del derecho y del revés y encuentran un lugar donde son escuchadas por sus pares, en un marco de comprensión y fraternidad. En este sitio se generan a veces otras posibilidades, como la gestión de una visita de personal de salud para cuidar el bienestar de las concurrentes, por ejemplo, o la concientización sobre violencia de género que muchas veces se naturaliza.
A sus talleres han ido también chicos de 10 años en adelante a hacer mandalas, antes de ir a cirujear en el carro con su familia. "También van chicas de diversas edades, como una joven de 84 años", contó con simpatía la docente, y agregó: "Ellas adoran que llegue el día para reencontrarnos, porque no solo se comparte el aprendizaje sino un montón de otras cosas. Por el taller han pasado muchas mujeres que han aprendido a tejer; se trata de una práctica que se había perdido y se volvió a revalorizar este último tiempo".
A los materiales con los que trabajan se los dona una fábrica de tejidos de Valle María. Es lana nueva de trozos que desechan porque por ahí se les corrió un punto y a la gente del taller le significa una valioso aporte. Las señoras los destajen para hacer los ovillos y a los telares los arman con cartones o maderitas que encuentran y reciclan, y entre todas consiguen alguna aguja en un rincón de la casa de una abuela u otros sitios.
Con todo eso, y mucha dedicación y sentimiento, confeccionan gorros, remeras, blusas, almohadones o lo que necesiten para su hogar, para obsequiar a su familia o para ofrecer a la venta y ganarse su sustento.
Con Cáritas Luján, Marcela se propuso replicar la buena experiencia de Gauchito Gil en Villa Mabel y este año implementaron el taller en esa zona. De a poquito van sembrando las ganas de aprender en los vecinos y más gente se va sumando. "Hacemos los talleres en barrios donde por ahí no se llega con este tipo de propuestas, llevando un oficio y también con un fin terapéutico, sobre todo con aquellas mujeres en estado de vulnerabilidad, que sufrieron violencia de género y que el arte de tejer las ha ayudado muchísimo a salir adelante, además de la oportunidad de convertirse en emprendedoras".
En este contexto, invitó a la gente a acompañarlas el sábado, acercándose a la parroquia Luján para conocer el trabajo que hacen y poder colaborar con esta loable iniciativa.
En este espacio harán taller de tintes naturales
Además de dedicarse a los hilados y tejidos, Marcela Giménez es investigadora de las posibilidades que brindan la tierra y el entorno para realizar tintes a partir de los elementos naturales. Autodidacta y entusiasta, fue sumando opciones novedosas: "Hasta hace muy poco venía tiñendo con cosas exóticas, como cáscara de cebolla, remolacha, repollo, café o té. Si bien es amplia la gama que ofrece la alquimia de los tintes, empecé a investigar sobre las plantas autóctonas que tenemos en Entre Ríos y ahora me dedico a los tintes nativos de las lanas, con lo que logro los colores de nuestra provincia, que son los marrones, los grises y los verdes. Tenemos una vegetación muy rica", destacó.
Con las herramientas con las que trabaja habitualmente, será la encargada de llevar adelante un cierre especial en la muestra de esta sábado en la parroquia Nuestra Señora de Luján, dictando un taller sobre el tema desde las 10 a las 13.30 aproximadamente. Para participar, hay que ir directamente y se solicita una colaboración de 200 pesos, y lo recaudado será destinado a las obras que Cáritas Luján realiza en la comunidad.
Sobre esta técnica, contó a UNO: "La utilización de las plantas tintóreas no solo nos conecta con los primeros gestos del arte textil, sino que también trabajamos con elementos no tóxicos ni contaminantes, respetando el sustento de la madre tierra". En este sentido, señaló: "El tinte se realiza sobre lana natural, telas y todo aquel material que pueda ser de utilidad para aplicar esta técnica. En esta oportunidad se teñirá con cáscara de cebolla, chilca y mora".