Se puso en marcha ayer en el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay el segundo juicio contra Eric Gastón Haas, acusado de haber escrito leyendas antisemitas en dos históricas sinagogas de la ciudad de Basavilbaso en 2014. En el primer debate, el único imputado resultó absuelto por el beneficio de la duda, pero aquella resolución fue puesta en crisis por el abogado querellante Mario Arcusin, a través de un recurso de Casación. Después de algunas dilaciones originadas en planteos defensivos, la Cámara de Casación Penal de Paraná hizo lugar a la presentación y ordenó que se realizara un nuevo juicio. El caso y la presunta responsabilidad de Haas comenzó a ser juzgada por un nuevo tribunal, conformado en esta oportunidad por los vocales Evangelina Bruzzo, Rubén Chaia y Gustavo Díaz. Tanto el Ministerio Público Fiscal como la querella particular le imputaron a Haas el delito de Daños agravado por el artículo 2 de la ley Antidiscriminatoria, por lo que en el caso de ser declarado culpable le puede caber una pena que oscila entre los seis meses y los tres años de prisión.
En el nuevo juicio por las pintadas antisemitas la querella solicitará una pena condicional
En la primera audiencia se escucharon los testimonios de Arcusin, de uno de los amigos de Haas y además, lo hizo el dueño del kiosco donde los jóvenes afirmaron haber comprado cerveza. También depuso el empleado municipal que durante la noche en que ocurrieron los hechos manejaba una máquina barredora. Se trata de una de las testimoniales que Casación destacó a la hora de cuestionar el fallo del Tribunal de Juicio. En el cierre de la primera jornada declaró el dueño de una ferretería.
Arcusin expuso durante 45 minutos sobre su vivencia respecto de la pintada, especialmente por su condición de judío y, además a pedido del fiscal coordinador contó la historia del judaísmo en la localidad de Basavilbaso. “Conté la historia de los dos edificios que fueron dañados, la historia del antisemitismo en Basavilbaso”, manifestó Arcusin en diálogo con UNO.
Coartada y contradicciones
Uno de los testigos propuestos por la defensa y amigo del imputado, recurrió a la versión de que la madrugada del 27 de junio de 2014, cuando se encontraron las pintadas sobre la fachada de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y en las paredes de la sinagoga Tfilá L’Moisés de Basavilbaso, habían ido a comprar cerveza. Según se pudo registrar, el joven incurrió en varias contradicciones sobre el recorrido y el horario. Aseguró que fueron hasta el kiosco, que compraron sin envase y que el comerciante les entregó un ticket. Luego agregó que volvieron a comprar en el mismo lugar, pero en esa oportunidad pidieron un ginebra y una gaseosa para preparar un gin tonic. Afirmó que en ese momento devolvieron el envase de cerveza, pero no tuvo forma de demostrar esa compra.
Su versión luego fue puesta en crisis por el dueño del local, quien afirmó que los vio pasar alrededor de las 2, pero negó que hayan comprado alguna bebida alcohólica.
En la audiencia además se escuchó la testimonial del empleado municipal que manejaba la barredora en la madrugada del 27 junio. Para la querella se trata de una prueba fundamental, dado que el testimonio derriba la estrategia defensiva que señala que los jóvenes a las 2 estaban de vuelta en su casa. “Eran 2.10 porque él hace normalmente ese recorrido y ya tiene pautados los horarios por donde pasa por cada lugar. No necesitaba mirar la hora para saber que eran las 2.10. Y ellos no podían estar al mismo horario en dos lugares tan distantes. Esa declaración va a ser fundamental”, subrayó el acusador privado.
Pedido de pena
El juicio continuará hoy a las 9 con cuatro testimoniales, mientras que los alegatos de clausura tendrán lugar el jueves.
Si bien cada una de las partes evaluará las circunstancias del caso y sus implicancias, es posible afirmar que la querella pedirá que Haas sea declarado culpable, sin importar el monto de la pena, que en cualquier caso sería de cumplimiento condicional.
“Seguramente el fiscal pedirá el máximo de la pena del delito de Daño, pero a mí no me interesa en absoluto el monto de la pena, sino que lo declaren culpable”, sentenció Arcusin.











