Los emprendedores que montaron sus puestos en la sala Mayo del Puerto Nuevo de Paraná estaban muy conformes con las ventas del fin de semana. La energía positiva se respiraba en el amplio salón en donde se mostró la producción de decenas de paranaenses que decidieron hacer lo que les gusta y buscar, a través del tiempo, poder vivir de lo que fabrican sus manos.
Emprendedores que pueden vivir de lo que les gusta hacer
Por lo que se observó en esta última feria, el emprendimiento sirvió también para unir a la familia o fortalecer los lazos de amistad entre dos personas que ahora tienen un negocio entre manos.
Los microcréditos que surgieron como un paliativo más, que se pensó desde el gobierno nacional y fue instrumentando en las provincias y los municipios, para reactivar la economía popular después la debacle social y económica de 2001, están entrando en una segunda etapa.
Algunos de los emprendedores consultados por UNO, en la mañana de ayer, aseguraron que lo que necesitan ahora es seguir creciendo.
Todos imaginan un futuro prometedor. Dando trabajo a otras personas, para producir más y así cubrir la demanda creciente.
Los casos
Diana Savio y Cristian González son un excelente ejemplo de lo que está sucediendo con los emprendedores.
Ellos pusieron el puesto frente al ingreso que da a la Costanera de la capital provincial. El sol iluminó las varias decenas de pines que realizan en el taller que lograron montar en el hogar. Ayer estaban con sus hijos que son los que estudian el mercado. “Papá hacé un pin de Violetta”, cuenta Cristian que le dijo una de sus nenas. Él estaba en duda pero, como los hijos son los hijos, se lanzó a realizar una colección entera que por suerte no para de vender.
Ahora logró establecer una red que abastece a los drugstore de Paraná. Por eso, grandes y chicos, cuando van a comprar una tarjeta de colectivo o una gaseosa, se encuentran con las imágenes que sorprenden por el buen gusto.
Cristian baja las fotos de Internet y luego realiza todo un proceso (con maquinaria incluida) hasta lograr el prendedor que se convierte en un accesorio de moda más, para los tiempos que corren. La empresa familiar ya está en condiciones de ampliar su producción, por eso se animan a imaginar una posible expansión.
En otro de los puestos Fernanda Hillairet y Susana Talavera venden sus lámparas de sal y fuentes de agua que tienen un muy buen diseño. Además los artefactos armonizan y limpian los ambientes de energías negativas.
Buen gusto
En cada puesto se encuentra una historia de vida. Carolina Alexenicer está haciendo carteras, sobres y portacelulares en cuero, junto con su socia Carolina Velásquez. Hace un año y medio que comenzaron y están muy contentas porque ya tienen presencia en Santa Fe y en ciudades entrerrianas. Lo mismo le sucede a Patricia de Vitrosusionru que ayer se quedó trabajando en casa (para cumplir con la demanda) y su esposo quedó al frente del puesto en la Sala Mayo. En ambos puestos los excelentes diseños generan muy buenas ventas.
Contactos
nn Como tienen los talleres en los hogares pueden escribir a:
nn Vitrofusión: [email protected].
nn Pines: [email protected].
nn Lámparas: [email protected].













