Esperar que un familiar termine de revisar su correo o de chatear con alguien para poder usar la computadora, es prácticamente un hecho del pasado. El acceso a las tecnologías como notebook, netbook, tablet, el teléfono móvil o la computadora de escritorio, se triplicó en los últimos años en Entre Ríos según datos estadísticos. Junto a ellos, el acceso a Internet. En los hogares, el WiFi se volvió un uso común.
El WiFi modificó costumbres en el hogar
Hoy, los servicios de las grandes empresas ofrecen en la capital de la provincia directamente un módem con el aparato que emite la señal inalámbrica incorporada y se entrega gratis.
No hace mucho tiempo atrás, el servicio de Internet se pagaba por computadora instalada con un cable que llegaba directamente a ella.
Más atrás, ingresar a la red requería el uso de la línea telefónica por lo que era imposible hacer las dos cosas al mismo tiempo.
En la actualidad según la tecnología con la que se cuenta, sus usos son inseparables. De hecho, en la Plaza 1º de Mayo de Paraná con un celular “inteligente” es posible leer los diarios a través de la Web, ‘postear’ una foto en una red social y escribir un mensaje a otro celular en cualquier parte del mundo sin gastar un peso.
Netbooks y routers
En las casas de computación consultadas, aseguran que las netbooks que se entregaron en las escuelas incrementó la venta de routers. Es el dispositivo que permite conectar en un radio determinado de metros a la redonda, diferentes computadoras sin ningún cable. Esto genera que en el hogar, si se paga el servicio de Internet, sea posible que se conecten a la vez varias computadoras.
“Ha aumentado la cantidad de dispositivos inalámbricos. No solo en lo que hace al routers, sino también en accesorios, celulares y demás”, dijo a UNO Walter Elías, dueño de una casa de computación. Hay en el mercado hasta televisores que permiten una conexión WiFi para poder ver películas on line.
El uso es gratis
De Internet solo se paga el servicio de poder conectarse. El “uso” del aire por donde viaja la señal de Internet inalámbrica adentro del hogar, es gratis. El aparato que lo permite, si no lo provee la empresa, se debe comprar.
Los precios son variados según su calidad, alcance y potencia. Parten de los 150 pesos hasta los 250 los más baratos y de ahí en adelante.
En el centro de la ciudad, producto de las múltiples conexiones inalámbricas existentes, se genera por momentos una especie de “interferencia” y el servicio se corta.
De todos modos la tendencia, según Ezequiel, dueño de un comercio céntrico de insumos y reparaciones de computación, es que se avanza hacia la gratuidad del mismo servicio. “Imaginate que te sentás en una plaza y ya tenés Internet gratis. Incluso hay ciudades enteras que están cubiertas”, dijo. Lo mismo indicaron todos los consultados.
En definitiva, lo que cambió es que los dispositivos tecnológicos, independientemente de su tamaño, son receptores de Internet en forma inalámbrica. Por lo tanto, basta con tener acceso a la señal para poder contar con el servicio. Este hecho vuelve a cambiar las costumbres en cada casa junto a la forma y a la rapidez en que se comunican las personas.
Los números de un fenómeno en crecimiento
El acceso residencial a Internet en Entre Ríos está apenas por debajo de los 250.000 hogares con conexión.
Según el Indec, en los últimos 10 años se triplicó el acceso a Internet en los hogares de la provincia.
El router para tener WiFi parte de los 150 pesos los muy baratos. El valor promedio es de 250 pesos.
El radio de Internet también varía según el aparato que se tenga. Puede ir desde los 30 metros a la redonda.
La mayoría de los nuevos artículos tecnológicos cuentan con conexión para Wifi.
Las netbook que se repartieron en las escuelas incrementaron las ventas de routers en los comercios locales.
Cuando usar Internet del vecino es una forma de conectarse
Uno de los aspectos que también cambió con el WiFi en el hogar es la posibilidad de conexión a Internet usando el servicio del vecino. Es una polémica que al momento no tiene muchas soluciones.
Hay quienes afirman que es ilegal, como si se robara el cable de la televisión. Hay otros que, por el contrario, sostienen que no es lo mismo y lo fundamentan. Hay quienes restringen la posibilidad de uso del WiFi con claves que se deben ingresar para poder acceder.
Muchas veces son fáciles de descubrir para aquellos entendidos. Otros deciden dejarla libre y generan la posibilidad de que cualquiera dentro del radio de alcance pueda usar el servicio de Internet.
Incluso es sabido que en algunos lugares se ponen de acuerdo entre varios vecinos, pagan entre todos un solo servicio y con un routers se proveen de Internet. “Es como colgarse del cable”, dicen quienes se oponen a esto. De hecho, si se paga un solo servicio y lo usan tres casas diferentes, el negocio de la prestación cambia también. Sin embargo, están quienes sostienen que el aire por donde viaja la onda inalámbrica es gratis y que en todo caso es como si el vecino invitara a uno a ver la tele a su propia casa. Más allá de las opiniones, muchas veces ocurre que los metros del radio que abarca la señal supera la de una casa y pasa a la siguiente.
Sí es cierto que cuando dos computadoras, conectadas a través de WiFi ocupando el mismo servicio, comparten la velocidad de la navegación y la cantidad de información posible de bajar y subir a Internet por segundo, y esto genera que se vuelva más lento el sistema. Además, el conjunto de dispositivos conectados también produce interferencias con otras redes y servicios, sobre todo en las zonas céntricas y hace que por momento se “caiga” el sistema”. Son distintas situaciones que aún no tienen definición.