Sufrió mucho, la luchó bien de abajo y llegó para hoy poder disfrutar de hacer lo que ama en Europa. Emiliano Coniglio, de 26 años, divide su año entre Paraná y Francia. La primera parte juega al tenis, su gran pasión, en el club francés que milita en el campeonato Prenacional y la otra parte se la dedica a cursar Ciencias Económicas aquí en la capital de la provincia. Es un esfuerzo muy grande, que no todos conocen y que hoy está dando sus frutos.
"El tenis allá es como el fútbol en este país"
Juan Ignacio Pereira / UNO
—¿Cómo se dio esta posibilidad?
—Cuando terminé el colegio yo jugaba al tenis en Santa Fe y daba clases para poder mantenerme en competencia y me ofrecieron para jugar en el club allá y ahí se dio la primera vez, cuando tenía 19 años que estuve seis meses en Francia.
—Tu año se divide en dos.
—La primera mitad del año juego para un equipo en Francia y la otra mitad me dedico acá a los estudios en la Licenciatura en Ciencias Económicas. Hace tres años y el año que viene será el cuarto.
—¿Cómo fue la primera mitad de año en Francia?
— Hasta ahora genial porque fue un año increíble. Es un cambio drástico siempre pasar del esfuerzo físico, el estrés de la competencia a venir a la facultad, que es otro tipo de esfuerzo.
—¿Cómo se juega en Francia?
—Allá al jugar todo en (cancha) dura es un juego mucho más agresivo respecto de lo que nosotros estamos acostumbrados a jugar acá que es el polvo de ladrillo. Básicamente lo que hacen muchos argentinos y lo que hago yo también es plantear un juego más lento, regular y sin errores, cosa de lograr una diferencia.
—¿Cómo se llama el club?
—Se llama Larroche Posay el club y el pueblo lleva el mismo nombre.
—¿Cómo es la competencia?
—La competencia son los domingos. Jugamos cinco domingos y durante la semana nos entrenamos y jugamos los torneos individuales para agarrar ritmo, yo en lo particular, siempre pensando en los domingos que son los días más importantes.
—¿Cómo es el nivel de juego?
—Normalmente en los torneos de clubes te encontrás con todo tipo de jugadores de Europa, pero normalmente son franceses. El nivel ya lo conocía porque vivo hace más de un año allá y es muy bueno. Yo voy y no es que puedo empezar a competir. A partir de diciembre ya me estoy preparando para irme en marzo.
—¿Qué hacés cuando estás acá?
— Hago un trabajo regular hasta diciembre y ahí me dedico por completo al tenis. Esta parte del año se la dedico a la facultad, pero tengo que seguir sí o sí con los entrenamientos. No son tan intensivos, pero entreno todos los días. No es una carga tan fuerte como lo hago en diciembre y enero.
—¿Objetivos para tu regreso?
—En lo deportivo luchar allá por un ascenso, porque siempre es importante. Es igual que acá el fútbol cómo se vive y por eso contratan jugadores extranjeros para sumar el nivel.