En tendencia de bajante a lo largo de todo su recorrido por territorio nacional, el río Paraná se acerca nuevamente al piso marcado en mayo, con registros que fueron los más bajos en los últimos 40 años.
El río acentúa su retroceso frente a la costa de Paraná y se acerca al piso histórico de mayo
Frente a la capital entrerriana, la altura ayer fue de 48 centímetros; en 15 días perdió prácticamente la mitad de su caudal. La dársena del Puerto Nuevo vacía y los bancos de arena que conectan las islas frente a la Costanera volvieron a ser postales ribereñas.
Luego del crítico mes de mayo, cuando el caudal del Paraná cayó a 14 centímetros, y puso en grave riesgos la normal producción de agua potable en la ciudad y en otras localidades del litoral argentino, las negociaciones de la Cancillería Argentina con Brasil y Paraguay, para permitir la liberación de agua desde la represa de Itaipú, trajo una calma transitoria durante los últimos dos meses. Durante ese período, se agravó también la falta de precipitaciones en la región, en toda la cuenca, y también en las nacientes de los distintos afluentes del Paraná, en los países vecinos.
Para los últimos días del mes de mayo, desde esa represa binacional se liberaron 8.500 metros cúbicos por segundo durante unos días. Posteriormente, en junio y luego en julio, los aportes solo en los primeros días del mes se redujeron por debajo de los 7.000 metros cúbicos por segundo.
Con ello, se logró al menos mantener o que se reduzca levemente el caudal del Paraná en territorio argentino. Sin embargo, lo sucedido en los últimos 15 días, volvió a acelerar las negociaciones entre los tres países.
El último pedido, de fines de julio, era para que se liberaran unos 8.000 a 8.500 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, en los últimos días apenas se liberaron 6.500 metros cúbicos por segundo.
Las proyecciones que el Instituto Nacional del Agua (INA) realizó en sus últimos informe están próximas a ser superadas, ya que la reducción fue más acelerada.
El organismo advirtió que “las conversaciones formales con los países vecinos se han mantenido, concentrando la atención en el caudal en el río Paraná y con atención a los niveles frente a las tomas de agua urbanas”, y plantea que se está ejecutando la descarga adicional programada desde la alta cuenca del Paraná en Brasil, aunque no se espera una mejora significativa de la situación de aguas bajas. Ello porque los caudales que libera Itaipú no son los que pretendían Paraguay y Argentina.
La tendencia climática hasta el 31 de octubre es desfavorable y no permite esperar una recuperación significativa en los próximos tres meses”, insistió el INA sobre las perspectivas que incluso adelantan, una Niña (sequía) hasta los primeros meses del año próximo.