Domingo 24 de Mayo de 2020
El presidente Alberto Fernández se refería a los protocolos en las diferentes empresas, que vuelven a trabajar y habló de una gira que realizó en los últimos días por el interior del país. "Estuve ayer creo que fue... antes de ayer... en Skanska". Y enseguida se percató del furcio. "Skanska no... ¡Scania! Scania también es sueca", exclamó el presidente, y miró a Axel Kicillof. Horacio Rodríguez Larreta sonreía, desde el otro lado.
En las redes sociales la situación no pasó desapercibida y rápidamente se llenaron de posteos y comentarios recordando la primera causa de corrupción en la que se investigan funcionarios del kirchnerismo.
"Estuve en Scania y en Scania están trabajando los 500 trabajadores con un protocolo que han negociado con Smata y ha traído del exterior, ahí la experiencia sirve mucho", prosiguió el presidente, que no volvió a mencionar el tema.
La causa Skanska se inició en 2005, cuando Alberto Fernández era jefe de Gabinete. La investigación busca determinar si la empresa sueca Skanska pagó sobornos a funcionarios y utilizó facturas apócrifas para encubrirlos con motivo de la construcción de dos gasoductos, en el norte y el sur del país.
En una de las grabaciones que fue admitida como prueba, al gerente comercial de la empresa sueca, Javier Azcárate, se lo oye decir: "Es un negocio de cien millones de dólares, ¡de cien millones de dólares! (de parte nuestra), más lo de ellos, yo no sé, doscientos palos verdes y vos le vas a tirar el negocio abajo… al tipo que hizo el tromping, al muchacho… al pingüino de acá a dos cuadras".
En su momento, Alberto Fernández sostuvo que "si hubo coimas, fue entre privados".
El 31 de octubre de 2017, el juez Sebastián Casanello procesó a Julio De Vido, José López y al exgerente de Fideicomisos del Banco Nación, Néstor Ulloa, por los delitos de administración fraudulenta y cohecho. Los exdirectivos de Skanska fueron procesados por cohecho.