Se espera que este viernes desde Olivos el presidente Alberto Fernández anuncie la continuidad de la cuarentena hasta el 24 de mayo. Lo hará acompañado del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. Sin embargo, habrá dos aperturas esenciales: volverán a funcionar 1.060 industrias y se retomará, con restricciones, la actividad en algunos sectores del comercio en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
La nueva fase de cuarentena será con reapertura de fábricas
La postal triple se prepara para este viernes en la Quinta de Olivos, al anochecer, y, a diferencia de anuncios anteriores, no estará precedido por una teleconferencia masiva: el miércoles, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro iniciaron una ronda de charlas con los gobernadores para mapear la situación en las provincias.
El Presidente mantuvo dos reuniones claves en las últimas horas, primero con Rodríguez Larreta y más tarde con Kicillof. De ambas participó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien está a cargo de sistematizar las nuevas flexibilizaciones.
El DNU que Fernández firmará el fin de semana modificará el artículo referido a las excepciones en aglomerados de más de 500 mil habitantes para permitir que se retome la actividad industrial en más de diez sectores, un universo que incluye 1.060 plantas que emplean a unos 200 mil trabajadores en todo el país, según publicó Clarín este jueves.
El grueso se concentra en el Gran Buenos Aires, Córdoba y Rosario, aunque hay oficinas logísticas y comerciales en CABA que también retomarán la actividad. Se trata de empresas que pidieron ser exceptuadas y que, tras un análisis de riesgos sanitarios, el gobierno decidió autorizar.
Ese paquete de aperturas Incluye, en la primera etapa, automotrices, indumentarias, calzado y cuero, caucho, plásticos y químicos, papeleras y, entre otros, tabacaleras.
La lista de 1.060 empresas, con su ubicación y la cantidad de empleados, está en la mesa de Fernández y será incluida en las excepciones que luego deberán contar con el OK de cada provincia.
El gobierno nacional se reserva, de todos modos, el "superpoder" para anular esas aperturas en caso que se complique la situación epidemiológica.