Una fiesta clandestina generó preocupación en Mendoza por el avance del coronavirus. El relajamiento social y la falta de controles oficiales se convirtieron en un combo explosivo para que proliferen las juntadas ilegales. Mientras, las autoridades buscan reforzar la vigilancia, pero la situación parece no detenerse, a pesar de que la provincia se encuentra en aislamiento social.
Fiesta clandestina: preocupa el descontrol en las lanchas
Según datos oficiales, ya son más de 100 los encuentros desarticulados desde el inicio de la pandemia, pero siguen apareciendo eventos y reuniones prohibidas. Es más, con la llegada del calor, todo tiende a agravarse.
Así se puede observar lo que viene ocurriendo en los últimos días, luego de que se viralizaran diversas reuniones entre amigos a través de las redes sociales. El último encuentro que hizo sonar las alarmas y puso en acción a la Justicia ocurrió en el dique El Carrizal, una reconocida zona del Gran Mendoza, que suele ser la elegida por los jóvenes locales durante el verano.
Las imágenes de un grupo de hombres y mujeres sin barbijo, en medio del agua, arriba de lanchas y motos, sin salvavidas y con botellas de alcohol, provocaron la reacción de las autoridades judiciales, por lo que se inició una investigación de oficio para identificar a quienes participaron del convite e imputarlos por violar el artículo 205 del Código Penal, que estipula de 6 meses a dos años de prisión por incumplir las medidas sanitarias oficiales dispuestas para impedir la introducción o propagación de una epidemia. Hasta ahora son 3 las personas individualizadas, quien viven en la zona este provincial.
"Acá está la fiesta, en El Carrizal. Hoy es el día de las juntadas. El coronavirus nos tenía locos y, bueno, nos vinimos todos a divertirnos un poco", fue la frase de uno de los participantes de la juntada, mientras filmaba a sus amigos. Días atrás, se detectó también una masiva reunión, de más de 400 jóvenes, en la zona de Chacras de Coria, donde cientos de jóvenes se juntaron a bailar y a tomar sin reparos. "Era un boliche al aire libre, una verdadera fuente de contagio", contaron fuentes del caso a este diario. Los vecinos dieron el alerta al 911 para que la policía actuara.