El presidente Alberto Fernández afirmó este martes que su "deber" es "terminar con la tarea que empezó Néstor Kirchner y siguió Cristina" Fernández y ratificó que cumplirá con sus promesas de campaña para "poner de pie el país".
Fernández se emocionó al homenajear a Néstor Kirchner
Fernández encabezó al mediodía en el Centro Cultural Kirchner (CCK) un acto de homenaje al exmandatario, al cumplirse 10 años de su fallecimiento y en coincidencia con el aniversario del triunfo electoral del año pasado.
"Cada vez que tengo que tomar una decisión, en algún lugar mío me pregunto cómo lo haría Néstor y trato de encontrar la respuesta. Lo único que le pido a la vida es que me acompañe siempre. Gracias Néstor, de corazón", sostuvo el Presidente, entre lágrimas, al cerrar el homenaje del que participaron dirigentes políticos y sociales.
El mandatario llegó caminando al CCK desde la Casa Rosada, acompañado por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para encabezar el acto de instalación de la estatua de Kirchner, retirada de la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito.
"Hoy es el discurso más difícil que me ha tocado porque se cumplen 10 años de que Néstor Kirchner nos dejó y, también, un año desde que el Frente de Todos ganó las elecciones y volvió a poner en Casa de Gobierno un Presidente y una Vicepresidenta preocupados por los que peor están", dijo Fernández.
En ese marco, destacó que Kirchner fue "capaz de devolverle a una generación de argentinos la idea de que la política tenía sentido y era el camino, y hoy lo volvemos a poner en su lugar".
Fernández señaló que Néstor Kirchner fue un Presidente "que se animó a hacer lo que las entrañas de la tierra declaraban, lo que la política consideraba difícil de hacer" y que "tuvo el coraje de hacerlo" alcanzando "logros" que son "como infinitos" para la historia argentina
Enumeró como conquistas, desde "poner una Corte Suprema de Justicia digna" hasta "terminar con la libertad de los genocidas" y "trabajar por los derechos de los hijos de desaparecidos", además de "abrazar" a Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y Taty Almeida, "luchadoras eternas de los derechos humanos en las peores épocas de la Argentina" y "darles el lugar que ellas merecían" con las políticas de memoria, verdad y justicia.
"Se los digo cada vez que las veo: la Casa de Gobierno es de ustedes y ustedes entran cuando tienen que entrar porque ellas nos enseñaron lo que es el coraje cuando el miedo te hace presa. Y Néstor las abrazó y les abrió las puertas y después Cristina", sostuvo el mandatario, para luego destacar que hoy los "hijos de la generación de Néstor" como Eduardo "Wado" de Pedro, Fernanda Raverta, Juan Cabandié, Horacio Pietragalla y Victoria Donda, ocupan cargos en el Gobierno.
Al referirse a la estatua del exmandatario, rescatada desde un depósito en la ciudad de Quito, en Ecuador, tras haber sido desplazada de la exsede de la Unasur, Fernández reveló que al enterarse por el expresidente colombiano Ernesto Samper sobre su estado, instruyó inmediatamente a su secretario general, Julio Vitobello, para que comenzara con las gestiones para su regreso al país.
"Ocupate de que vuelva Néstor al lugar que se merece y después empezamos a pensar cuál era el mejor lugar para Néstor y le preguntamos a Cristina", sostuvo Fernández, durante un acto en el que se leyeron algunos pasajes de la carta difundida ayer por la Vicepresidenta, en la que expresaba su alegría por el destino en el que iba a ser emplazada la estatua de su esposo, por ser la exsede del Correo Argentino, un sitio que le evocaba a Kirchner recuerdos de su niñez junto a su padre, quien llegara a desempeñarse como tesorero de esa empresa en la ciudad de Río Gallegos.