El presidente Alberto Fernández advirtió este miércoles en Paraná que algunas protestas"muy extremas e irracionales" constituyen un "maltrato a la democracia" y las adjudicó a un sector de la oposición y de los medios, pero advirtió que la gente es consciente de ello y que, a la hora de votar, "va a castigar" a quienes agreden a ese sistema político.
Fernández habló de las protestas en contra de su gobierno
También recomendó a los ciudadanos "que no están muy de acuerdo" con su Gobierno que ejecuten sus protestas "en las ventanas o en los balcones de sus casas, pero que no pongan en riesgo la salud de otros", ni la de "ellos" mismos.
"Desestabilizar la democracia solo puede ser producto de la locura de alguien; yo no creo semejante cosa", respondió el Presidente, en una conferencia de prensa en el Centro Provincial de Convenciones, cuando le preguntaron si existían intentos de "desestabilización" contra el Gobierno.
Con todo, dijo no tener "ganas de perder tiempo" en peleas "con medios, con periodistas o con los locos que piensan que la Argentina después de todo lo que vivió puede adherir a la idea de desestabilizar la democracia".
"Ahora, hay muchas posturas que no ayudan a la democracia, eso es cierto, pero la gente lo ve, estoy convencido de eso, y cuando llegue el momento de votar, va a castigar a los que maltratan tanto a la democracia", pronosticó.
Advirtió que esos maltratos no son contra un Gobierno que llegó al poder nueve meses atrás, sino contra un sistema político: "Nosotros no entramos por la ventana; entramos porque nos votó casi el 49 por ciento de la gente, entonces el maltrato es a la democracia", insistió.
"Tengo la tranquilidad de que no he hecho más que cumplir con mi palabra de campaña; a alguno no le gustará porque le hubiera gustado ganar a él, pero no ganó y, en democracia, el que gana gobierna y que el pierde por lo menos se opone lealmente", reflexionó.
Consultado sobre las marchas con consignas contrarias a las políticas impulsadas por su Gobierno, Fernández respondió: "Yo los invito a despotricar en las ventanas y en los balcones de sus casas, pero que no pongan en riesgo la salud de otros, ni se pongan en riesgo ellos; me interesa que nadie enferme".