La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, afirmó que el caso del nieto 108 resuelto mediante la identificación de los restos de su madre embarazada "es triste pero forma parte de la búsqueda de nuestros 500 nietos robados por la dictadura cívico-militar".
El nieto 108 no llegó a nacer
En diálogo con la agencia Télam, Carlotto se refirió así a la identificación de los restos de Mirtha Noelia Coutouné, asesinada en 1976 estando embarazada, y que fue anunciado este viernes mediante un comunicado.
"Fue un niño gestado con amor por jóvenes asesinados por la dictadura cívico-militar, que soñaron con un proyecto de vida, y las Abuelas tenemos la obligación de anunciarlo como un caso tristemente resuelto", explicó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo al referirse al hijo de Mirtha Noelia Coutouné y de Hugo Malnati, asesinados en 1976.
Los restos de Mirtha Noelia Coutouné, cuyo embarazo, según se confirmó, no llegó a término, fueron identificados en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Tanto Mirtha como su pareja fueron secuestrados el 24 de noviembre de 1976 en su domicilio de la ciudad de La Plata, mientras ella estaba embarazada de tres a cinco meses y se supone que estuvo en cautiverio en el ex centro clandestino "La Chacha".
Mirtha fue asesinada el 31 de diciembre de ese año en la localidad bonaerense de Munro y sus restos fueron inhumados como NN del cementerio de Vicente López hasta que la Cámara Federal de la Ciudad de Buenos Aires confirmó su identidad, en tanto los restos de Héctor fueron hallados en el cementerio de Avellaneda e identificados en 2010.
"Nosotras buscamos a los 500 nietos que nos robó la dictadura cívico-militar y lamentablemente en esos encuentros aparecen notas tristes como ésta, pero tenemos la obligación de anunciarlo a la población y a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos que llevan registro de los casos", explicó Carlotto.
Noelia, la madre de Mirtha buscó durante 30 años a su hija y con la esperanza de que el embarazo hubiera llegado a término, pero falleció antes de saber el fin de la tragedia.