Todo está listo para que el módulo "InSight" de la NASA aterrice hoy en Marte tras un viaje de medio año. Con uno de sus instrumentos perforará la superficie del Planeta Rojo para intentar descubrir los secretos que aguardan en su interior. Pero el primer reto es conseguir aterrizar con éxito.
La NASA vuelve a Marte con un "topo" para estudiar su interior
El módulo "InSight" bajará mañana en el Planeta Rojo. Perforará la superficie y medirá la temperatura y la conductibilidad eléctrica
26 de noviembre 2018 · 15:52hs
El "topo de Marte", como lo llaman los investigadores, lleva oficialmente el nombre de HP3 ("Heat Flow and Physical Properties Package"). Fue desarrollado por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y partió en marzo a bordo del "InSight" en un viaje de 485 millones de kilómetros. Si todo transcurre según lo previsto, llegará a su destino mañana, 26 de noviembre sobre las 20 horario GMT.
Se trata del primer aterrizaje de la agencia espacial estadounidense en Marte desde el del "Curiosity" en 2012 y los investigadores están nerviosos. Según la NASA, solo el 40 por ciento de todas las misiones lanzadas en el mundo hacia al Planeta Rojo tuvieron éxito. Un ejemplo de lo difícil que es aterrizar en el planeta vecino lo sufrió en 2016 la Agencia Espacial Europea (ESA): su sonda "Schiaparelli" se estrelló durante el vuelo de aproximación por un fallo informático. Este lunes la NASA no será la única que seguirá de cerca el aterrizaje de "InSight", pues se retransmitirá en directo para todo el mundo.
El objetivo de toda la misión es "investigar el interior de Marte", explica Tilman Spohn, del DLR, director científico del experimento HP3. Se trata de indagar en la composición del planeta y los procesos que se desarrollan bajo su superficie. El "topo marciano" contribuirá a ello midiendo las temperaturas y la conductibilidad del suelo. "Cada planeta es en principio una máquina térmica. El calor residual que genera una máquina de ese tipo es una medida del trabajo que hace el motor. Nosotros medimos ese calor residual y elaboramos modelos de cálculo sobre la formación del planeta", señala Spohn.
"InSight" aterrizará en la zona Elysium Planitia, al norte del ecuador marciano. Es una región bastante llana y libre de grandes piedras y rocas. Las misiones que hasta ahora llegaron a Marte no han estudiado esa parte del planeta desde la superficie. El aparato más cercano es el rover "Curiosity" de la NASA y se encuentra a unos 500 kilómetros. Al contrario que "Curiosity", el módulo "InSight" no se desplazará, sino que permanecerá en el lugar de aterrizaje.
En cuanto el módulo esté asegurado comenzará la búsqueda de un lugar óptimo para el "topo". Un brazo robótico que lleva "InSight" elevará hasta allí el HP3. "En el lugar de aterrizaje con (que haya) entre tres y siete metros de material suelto en el suelo", cuenta Matthias Grott, del DLR. Es importante, ya que el HP3 está diseñado para apartar arena. "Si nos topamos con una piedra grande y no podemos seguir, se acabó", advierte.
En realidad el HP3 no tiene para nada la apariencia de un topo sino de un pequeño cohete: es una varilla de 40 centímetros de longitud que acaba en punta. Excavará en tramos de 50 centímetros hasta una profundidad de cinco metros. Para ello cuenta con un mecanismo de martillo electrónico y automático. El instrumento está conectado por cable al "InSight" para que los científicos puedan medir el flujo de calor subterráneo. Si todo va bien, enviará datos durante dos años a la Tierra.
También se utilizará otro aparato, un sismógrafo que medirá los temblores y posibles terremotos de Marte. En la Luna ya realizan mediciones de este tipo desde hace años pero en Marte todavía no se consiguió.
Para Spohn y sus colegas esta misión es importante para sacar conclusiones sobre nuestro propio planeta. "Como habitantes de la Tierra hemos constatado lo especial que esta es cuando hemos investigado otros planetas", señala. "La ciencia consiste en buena parte en comparar".
Retraso de dos años
La misión "InSight", que ha tenido un coste de unos 650 millones de euros, debería haber comenzado en realidad en 2016. Pero debido a problemas con uno de los instrumentos el despegue tuvo que retrasarse dos años. El diseño del modulo de 360 kilogramos se basa sobre todo en la sonda espacial "Phoenix", que aterrizó en Marte en 2008. Aunque todavía no se ha posado en suelo marciano, "InSight" ya tiene un sucesor. En 2020 partirá el rover "Mars 2020", una especie de versión mejorada de "Curiosity".