El Mellizo huye de sus contradicciones políticas

Carlos Damonte / Jefe de Redacción de UNO

Alfredo De Ángeli es uno de los múltiples rostros que tiene la defensa de la posición argentina frente a la producción de la ex-Botina (ahora llamada UPM) en la República Oriental del Uruguay. O tuvo, por mejor decir. Sucede que desde que la conducción del PRO se puso a favor del incremento de la producción de la pastera quedó en off side, futbolísticamente hablando.

Al Mellizo se lo recuerda encabezando protestas sobre la ruta desde el mismo momento en que se popularizó la movilización contra la potencial fuente de contaminación del río Uruguay por imperio de la industria radicada en la nación vecina, ahí nomás en la costa de enfrente. Pero ahora juega para el equipo del partido político que salió a justificar la radicación industrial. Y lamentablemente no da explicaciones sobre tal contradicción.
En aquellas lides ligadas a la defensa del ambiente De Ángeli se hizo conocido para el gran público entrerriano. Luego vinieron los frenéticos días de oposición al programa de cobro de impuestos a la exportación de soja y la estampa del dirigente agrarista ocupó la pantalla de cuanto medio porteño se acercara a Entre Ríos. Ahora transita sus días como candidato del líder del PRO Mauricio Macri y en esa condición parece haber empezado a relativizar la lealtad con las convicciones propias. Sin ir muy lejos, tan solo al día de ayer, Macri dijo que “según Uruguay se están cumpliendo los estándares ambientales”.

El expresidente de Boca Juniors está muy lejos de querer avalar la resistencia nacional a mantener abierta cualquier posibilidad de contaminación a manos de la pastera en las aguas binacionales y lo dejó muy claro también por medio de su más estrecha colaboradora porteña, Gabriela Michetti. Se supo el viernes que sobre la decisión unilateral de Uruguay de autorizar el incremento de la producción de la fábrica de papel UPM en Fray Bentos, Micheti dijo: “El tema de las pasteras tiene una raíz muy complicada y la Argentina no se ha manejado de manera profesional y razonable, como con los problemas de corte de ruta. Hay que hacer esfuerzo por entender las razones de Uruguay, que nos está mostrando en los hechos que la famosa denuncia sobre contaminación no fue así. Tenemos que hacer un esfuerzo real de entendimiento de lo que plantea y es importante tener relación amistosa y cercana con Uruguay”, subrayó.

De Ángeli en tanto, había advertido, que el fallo anterior de La Haya dejó “serias advertencias a los dos países. (la ex)Botnia contamina y va a seguir haciéndolo así aumente o no su producción”, afirmó quién aspira a representar a la provincia en el Senado nacional. “Esta vez, esperamos que el gobierno nacional y el provincial dimensionen la gravedad del problema de la contaminación. No podemos aceptar que sigan anteponiendo el desarrollo económico a la calidad de vida de los entrerrianos”, concluyó. Lo que no dio el Mellizo fue su opinión en torno a los dichos de sus jefes políticos, quienes conducen el proyecto nacional que él representa aquí. Como ya es habitual en él, De Ángelli eligió hacerse invisible para los medios antes que enfrentar la obligación de dar la cara ante una flagrante contradicción. Una pena.