El duro camino a la final

Por Lucio Ortiz
Enviado especial a Brasil

Sólo en el primer partido se vio una medida equivocada de Alejandro Sabella que la rectificó al iniciar el segundo tiempo contra Bosnia Herzegovina en el estadio Maracaná. Metió cinco defensores, tres volantes y dos delanteros. Esa vez se publicó: “A pesar de ir arriba por 1 a 0 el entrenador se dio cuenta que el planteo no había sido positivo y volvió a lo viejo y conocido- cuatro atrás, tres en el medio y tres arriba con el terceto Agüero, Higuaín y Messi. Y con Gago ayudando a Mascherano”.

Después Argentina debió cambiar debido a lesiones y suspensiones (Rojo, Agüero, Di María) y también a sustituciones tácticas o por rendimientos que no convencían (salieron Rodríguez, Fernández, después Gago). Se fueron pasando los partidos de la fase clasificatoria con golazos estupendos de Lionel Messi y con una aparición de Rojo. Habían quedado atrás Belo Horizonte y Porto Alegre.

En los octavos de final el partido estaba complicado ante Suiza y el empate se fue al alargue. Faltaban nada más que dos minutos del segundo tiempo suplementario cuando a Messi le dieron dos metros, encaró y le sirvió un pase gol a Di María en el Itaquerao del Corinthians en San Pablo.

En los cuartos de final fue el turno del estadio Mané Garrincha en donde se eliminaba con Bélgica. Apareció Gonzalo Higuaín muy tempranito y fue suficiente para llegar a las semifinales. Se había lesionado Di María y debutaba en el Mundial el mendocino Enzo Pérez.

Otra vez había parada en la estación San Pablo en el sexto partido al que sólo llegan a jugarlo los cuatro mejores del campeonato. El 8 de julio los alemanes pisotearon a Brasil con una lección de efectividad y de fútbol productivo para dejar el histórico 7 a 1.

Y el 9 de Julio en el duelo de estrategias defensivas y de marcas insistentes no se pudieron vencer los seleccionados de Argentina y Holanda en poco más de 120 minutos.

Se llegó casi al límite de la angustia, hasta la insoportable espera de cada penal que se inició en forma excelente con Sergio romero atajando el remate de Ron Vlaar mientras Messi convertía para la celeste y blanca. Eso también es elegir bien porque el “primer penal hay que hacerlo. Hay que poner al mejor”, decía el Toto Lorenzo.

No hay nada más motivador que iniciar la serie ganando 1 a 0.
De ahí en más todos patearon bien y Romero atajó uno más “y no jodemos más”.

Argentina está en la final tras 24 años sin jugar un partido definitorio. Alguna vez, Brasil también pasó 24 años sin jugar una final, de 1970 a 1994, cuando volvió a levantar la Copa en EE.UU.