La situación por la que atraviesan algunas localidades de la provincia de Buenos Aires debido a las inclemencias del clima conmocionan al resto del país. Una fuerte tormenta afectó al área metropolitana durante casi 40 horas y se registraron fuertes vientos y sudestadas. Desde el sábado llovieron alrededor de 100 milímetros y hubo más de 2.000 personas evacuadas. La situación más crítica se vive en Luján, con la crecida del río homónimo, pero también hay damnificados en Pilar, Tigre, San Fernando, Quilmes y La Matanza.
La situación en Entre Ríos fue diferente. Solo en Gualeguaychú se registraron inconvenientes, debido a las sostenidas sudestadas que persistieron durante 48 horas y provocaron una crecida del río, avanzando sobre sectores del Parque Unzué y generando complicaciones. “El viernes hubo unas 25 familias evacuadas, que estaban de manera provisoria en un asentamiento, pero ya fueron asistidas y el gobernador Sergio Urribarri confirmó la entrega de viviendas, que ya estaban de antemano destinadas a estas personas”, dijo a UNO Roberto Destri, director de Defensa Civil de la Provincia. Asimismo, informó que en Entre Ríos cayó un promedio de 50 milímetros en tres días y que donde más llovió fue en Gualeguaychú y Gualeguay, aunque aclaró que fueron cantidades que apenas superan la media provincial. “En Villa Paranacito, que es la zona que nos preocupaba frente a la sudestada que afectó a Buenos Aires, el río creció poco y no llegó a registrarse inundación ni nada por el estilo”, sostuvo Destri.
Previo a la temporada de siembra de la soja de primera, el sector agropecuario necesitaba que lloviera, ya que las altas temperaturas de los días anteriores a las precipitaciones podían entorpecer esta tarea. Desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos analizaron las reservas de agua de la región en el período contemplado entre el 22 y el 28 de octubre y a través del sitio www.bolsacer.com.ar se explicó: “Dentro de este lapso han predominado jornadas de altos niveles de insolación y con una fuerte presencia de aire de origen tropical, que promovió un crecimiento desmedido de las temperaturas. Durante varias jornadas las máximas superaron por varios grados la media normal del mes de octubre, aunque lejos de la intensa ola de calor que se concretó en el norte del país. El efecto de la falta de lluvias y la alta temperatura se tradujo en un mayor grado de exigencia sobre las reservas que lo habitual”.
“La lluvia nos ayudó para poder empezar a sembrar la soja, porque la tierra estaba muy seca con tanto calor”, contó a UNO Darío, un chacarero de la zona de Isletas, donde llovieron 85 milímetros durante las últimas jornadas.
Ahora habrá que esperar a que se sequen los caminos para poder comenzar a trabajar con los arados. “Un problema que hay en la zona es que cuando entran con tractores o camionetas rompen todo”, dijo Roberto Destri, no solo por las vías de accesos rurales, sino también en los barrios con calles de tierra o broza.
El agua trajo alivio al campo pero desnudó escollos urbanos
Desde hoy mejora el tiempo
Luego de las lluvias y tormentas que se iniciaron el viernes en la región y gran parte del país, el Servicio Meteorológico Nacional prevé que a partir de hoy comenzarán a mejorar las condiciones meteorológicas.
Con nubosidad variable o cielo algo nublado, volverá a aparecer el sol. Las jornadas serán más bien frescas a frías por la mañana, con temperaturas mínimas del orden de los 8º o 10º para hoy y mañana, y las máximas de 17º a 20º. Sin embargo, a partir del jueves habrá un incremento paulatino de las marcas térmicas.
Hacia el fin de semana se mantendrán las buenas condiciones meteorológicas, y las temperaturas máximas escalarán hasta 30º y 32º, desde el viernes y hasta el domingo.
Similares condiciones se repetirán en todo el territorio entrerriano.
Las cifras
* 56,2 - Milímetros, la lluvia en Paraná entre el viernes y ayer.
* 104,8 - La lluvia acumulada en Chajarí.
Lluvias persistentes, sin intensidad y con pocos inconvenientes
En Paraná no hubo mayores inconvenientes en las últimas horas y solo se registró una caída de agua de más de 50 milímetros en promedio durante los tres días previos.
Según informó el director de Protección Civil de la Municipalidad de Paraná, Darío Aldana, la asistencia que debieron brindar desde el organismo fue a una mujer del barrio Bajada Grande por el anegamiento de su hogar debido a un problema que se generó con las obras de cloacas que se están realizando y que habrían provocado esta situación. “Además fuimos a cortar un árbol caído en Soler y Ambrosetti, que tapaba la calle; y otro en la zona de Ameghino”, dijo a UNO.
Expresiones
Sin embargo, cada vez que llueve las quejas de los vecinos de algunos barrios en particular se reanudan. Mónica, de la vecinal Toma Nueva, señaló que no hubo anegamientos, pero que existe un zanjón en la zona que al llover se llena de agua y se incrementa el peligro de que alguien pueda caerse en él.
“Es al lado de la arenera, donde desemboca el arroyo, ya nos prometieron soluciones desde el municipio, incluso hicieron un presupuesto para el entubamiento, pero no pasó nada y nos resignamos a que nadie se va a ocupar de esta cuestión”, lamentó la mujer.
Por su parte, Belén Núñez, presidenta de la comisión vecinal Los Arenales, se quejó por el estado de las calles, que se desbordan cuando hay precipitaciones y esto hace que ingrese agua a algunas casas.
En este sentido, aseguró: “Después de la última tormenta vino el titular de la Unidad Ejecutora Vial (UEV) Julio Almeida, y nos prometió que lo iban a arreglar, pero no pasó nada. Cuando llueve no se puede pasar, las calles quedan llenas de agua”.
Las precipitaciones de las últimas jornadas fueron continuas pero no intensas, por lo que no generó los inconvenientes urbanos que suelen suscitarse en ocasión de chaparrones intensos, que hacen colapsar los desagües pluviales y anegamientos en pocos minutos.
Así ocurrió en todo el territorio provincial, por ello tuvo un bajo impacto en relación a viviendas y familias afectadas.
La época del año, con un sol más intenso, favorece que la mejoría de las condiciones meteorológicas tengan inmediato efecto en calles y terrenos.
En Buenos Aires hay unos 5.000 evacuados
El jefe de gabinete del gobierno nacional, Jorge Capitanich, informó que son 5.203 las personas evacuadas por el temporal que afecta especialmente la provincia de Buenos Aires, al dar un informe de la situación desde la Casa Rosada. El funcionario nacional dijo que son 19 los distritos afectados por las intensas lluvias, que ya registran un récord.
Por su parte, el subsecretario de Abordaje Territorial del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Carlos Montaña, destacó que en una primera instancia “se asiste a los evacuados con el tema de alimentación y el sanitario y en la medida que baja el agua se acompaña la vuelta al hogar”.
“Esta es una de las situaciones más difíciles y de más trabajo porque hay que evaluar los daños y empezar a trabajar familia por familia y barrio por barrio”, explicó. Por esta razón, “se acordó un trabajo conjunto entre el municipio, la provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional que interviene en su conjunto desde la cartera social hasta el Ministerio de Seguridad”.
En este aspecto destacó que el Ejército “está trabajando muy fuerte por ejemplo en La Matanza con cocinas de campaña que permiten raciones calientes para asistir a casi 5.000 personas”.
“En cada centro de evacuados se genera la acción con cada municipio y en la medida en que se van abriendo centros de evacuados se van entregando alimentos”, sostuvo el funcionario.
Entre las zonas más afectadas están las localidades de Luján, La Matanza, Quilmes, Tigre y San Fernando y ayer se sumaron con situaciones particulares las zonas de Tres de Febrero, San Miguel, Zárate y Baradero.