Los lácteos, la carne vacuna y el pollo son los productos que más aumentaron en las góndolas de supermercados locales durante el último mes, según coinciden en señalar referentes del sector, tras conocerse que la inflación fue del 3,8% en febrero, de acuerdo a los datos que reveló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) el jueves.
Lácteos, carne vacuna y pollo registran los mayores aumentos en las góndolas locales
Lácteos, carne vacuna y pollo registran los mayores aumentos en las góndolas locales
15 de marzo 2019 · 22:08hs
A su vez, el organismo señaló que el alza en el primer bimestre del año fue de 6,8%, con una suba del 9,3% en el rubro alimentos.
Consultado sobre el tema, José Marchetta, propietario de un histórico autoservicio de Paraná, comentó: "La carne fue una de las cosas que más subieron, al igual que los lácteos. Los quesos subieron hace un mes y ahora vuelven a aumentar". En este marco, evaluó: "Con estos aumentos, la recesión se nota. Se vende menos y se advierte que la gente se cuida mucho al momento de comprar".
Por su parte, César Fontana, dueño de un supermercado tradicional de calle Churruarín, sostuvo: "Lo que más subió fue la carne. Y el pollo la última semana se disparó entre un 20% y un 25%. Yo todavía lo tengo a 90 pesos el kilo, pero hay lugares donde ya lo están vendiendo a 110 o 120 pesos. Hasta hace ocho o 10 meses atrás se vendían tres kilos al precio que cuesta el kilo hoy".
Si bien en algunas carnicerías dieron cuenta de el valor de algunos cortes se incrementó hasta un 50%, la suba promedio estimada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) fue del 14,28% respecto a enero, y un 68% en relación a febrero de 2018, lo que generó una caída en el consumo. "La pulpa de novillito está a 289 pesos, el asado a 279 pesos, y la picada común sale 179 pesos. La gente lleva un poquito de picada, un paquete de arroz y se va armando un menú, pero está cada vez más difícil. Tienen que ser magos los consumidores para que les alcance la plata. Son terribles los aumentos que hubo y a la gente no le alcanza para llevar lo que realmente necesitan. Va viendo las prioridades", comentó Fontana.
A su vez, resaltó que "los lácteos están aumentando continuamente" y comparó: "Hoy el litro de leche larga vida está 45 pesos. Está carísima y creo que es lo que más subió. Hasta hace tres o cuatro meses estaba a 29 o 30 pesos, es decir que el incremento es del 50%. Los lácteos están aumentando continuamente porque aducen que no hay mucha producción de leche debido a las inundaciones y el cierre de varios tambos en el último tiempo".
En este caso, las subas se advirtieron durante todo el verano. Ya en enero el incremento promedio de la lecha fluida fue de un 12%, según el relevamiento de la Dirección de Seguimiento de Precios de la Provincia. Y desde el organismo habían asegurado que "el precio de algunos quesos trepó entre el 32% y el 35% solo en un mes".
La yerba, uno de los artículos con un fuerte consumo en los hogares argentinos, fue otro de los productos que también fue remarcado en las góndolas: "La yerba aumentó mas o menos un 10% o 12%", dijo Fontana.
Respecto a las harinas y sus derivados, indicó que el alza en los precios se dio hace unos cinco meses, pero que actualmente sus valores no se modificaron. Sobre este punto opinó: "Me llama la atención que se hayan mantenido, porque la materia prima aumentó mucho. El pan sigue al mismo precio y ojalá no suba".
"Creo que por lo menos cuatro o cinco meses más va a seguir subiendo la inflación y no creo que baje rápidamente. Lo que espero es que el dólar no se escape, que esa es otra de las cosas que siempre provoca que haya más aumentos", dijo.
Por otra arte, Fontana observó que frente al marcado encarecimiento de los alimentos, la gente está usando cada vez más la tarjeta de crédito para sus compras diarias en almacenes y supermercados, y reflexionó: "La tarjeta cada vez funciona más, pero no sé hasta cuándo la gente va a poder seguir operando de esa manera, porque en algún momento eso tiene sus consecuencias, más con los intereses tan altos que están cobrando. Si a uno le alcanza para pagar solo el mínimo en un mes, con las tasas que hay sale perdiendo".
También analizó las dificultades que atraviesan los comerciantes ante la caída de la rentabilidad y del consumo: "Se nos está presentando muy difícil. En nuestro caso tenemos la ventaja de que no pagamos alquiler y tenemos buena relación con los proveedores, con los que nos venimos manejando de la misma manera desde hace años tengo y tenemos que agradecerles, porque también de esa forma podemos seguir trabajando", señaló.
No obstante, hizo referencia a los altos costos fijos que debe afrontar el sector, y lamentó la "competencia desleal": "Es complicado para quienes tenemos todos los trabajadores inscriptos y todas las cajas con controladores fiscales, porque hay una marcada competencia desleal de parte de quienes no trabajan de la misma manera. Se sabe quienes son en Paraná y no veo el control que tendría que haber", dijo, y aseveró: "Estamos muy desamparados, porque estamos trabajando en desventaja: hoy un empleado inscripto con aportes me sale 50.000 pesos y sabemos cuáles son los negocios a los que les cuesta 15.000 pesos porque no están en regla. La diferencia es de 35.000 por empleado y los pocos negocios locales hemos quedado totalmente desprotegidos en este sentido".