El canje de la deuda por US$ 66.300 millones de títulos emitidos bajo legislación extranjera cerró este viernes con un amplio nivel de adhesión, según analistas de mercado, y con un alto optimismo de parte del gobierno argentino.
El canje de deuda cerró con amplio optimismo del gobierno
La operación cerró, tal como estaba previsto, a las 18 hora de Buenos Aires, 17 de Nueva York, y la información oficial se conocerá el lunes, señalaron fuentes del Palacio de Hacienda a la agencia Télam.
Sin que se conozcan hasta el momento los resultados de forma oficial, en el Gobierno hay "optimismo" por el nivel de adhesiones, según dijeron fuentes del Ejecutivo a Ámbito.
Los analistas proyectan que el nivel de adhesión superaría los umbrales necesarios previstos en los distintos tipos de bonos, lo que permitiría al Gobierno hacer ingresar a quienes en un comienzo no aceptaron la propuesta, por la aplicación de las Cláusulas de Acción Colectivas.
Esas cláusulas establecen, según cada tipo de título, que si entre el 65% y 85% de los tenedores aceptaron el canje, el resto debe acogerse.
A principios de agosto, y luego de cinco propuestas, el canje recibió el apoyo de los tres grandes grupos de acreedores, que representan a grandes fondos de inversión como Blacrock, Ashmore, Monarch y Fidelity, quienes a su vez alentaron a los inversores minoristas ingresar al canje.
También recibieron el apoyo de fondos como Fintech, Gramercy y Greylock, que ya participaron de reestructuraciones anteriores con Argentina y en la región.
El Gobierno argentino anunció el 21 de enero su intención formal de reestructurar la deuda, y luego de 4 meses de intensas negociaciones con los acreedores -desde que se lanzó la primera oferta a la comisión de Valores de Estados Unidos el 21 de abril-, la Argentina puso hoy punto final al asunto y el próximo 4 de septiembre quienes hayan ingresado a la operación tendrán depositadas en sus cuentas lo nuevos bonos.
En los canjes 2005 y 2010, Argentina alcanzó una aceptación del 75% en la primera oportunidad y luego del 93% con la reapertura, pero no pudo evitar el riesgo de holdouts que acudieron a la justicia neoyorquina.