Una mujer que nació en Santa Elena pero que actualmente reside en Amstrong, provincia de Santa Fe, aseguró en declaraciones con UNO que hace tres meses regresó a la localidad para visitar la tumba de su bebé que se encuentra enterrado en el cementerio de la localidad del norte entrerriano, pero luego de recorrer todos los sectores del camposanto “nunca la encontré”.
Denuncia que no encuentra la tumba de su hija en el cementerio de Santa Elena
El testimonio pertenece a Mariela Salva, quien desde el sur santafesino quiso hacer pública esta historia, la cual pone acento en el irregular funcionamiento de la necrópolis, a una semana de conocerse el hallazgo de cadáveres que estaban depositados en una oficina dentro de una bolsa de consorcio.
“Hace tres meses regresé a mi ciudad para visitar la tumba de la bebé, pero luego de recorrer varios sectores no encontré nada”, recordó. Su visita se produjo “en el horario de cierre” del cementerio, por lo cual “no pude hablar con las autoridades encargadas del lugar”.
Ante la falta de respuestas, su padre regresó al día siguiente, aunque sin obtener resultados positivos. “La buscaron, pero no la encontraron”.
Según los datos aportados por la mujer la criatura nació sin vida el 7 de febrero de 1999. Sin embargo, ella reconoce: “No participé del entierro, solamente asistió mi padre”.
Otro de los puntos que despierta interrogantes en la trama es que los responsables de la institución, a los 15 días de producirse el sepelio, le solicitaron a la madre corregir el apellido que figuraba la placa.
“Tenía un cartelito con el apellido Silva, pero los autoricé a que lo cambiaran”, expresó Mariela.
Esta no fue la única irregularidad, ya que al poco tiempo -añadió la mujer- “me pidieron cambiarle la fecha a la placa: en vez del mes de febrero -la fecha de su muerte- querían modificarlo por el mes de agosto”.
Si bien la mujer sostuvo que “creí en todo, hasta que empecé a desconfiar”, en ningún momento denunció lo sucedido, ni tampoco se interesó en realizar más averiguaciones. “Ahora quiero saber que pasó, entiendo que simplemente ha sido un error”, acotó.
Diez años atrás
A una década de haber perdido a su hija, Mariela Salva recordó que durante el parto -realizado en el hospital de Santa Elena- la beba habría nacido muerta y que “solamente su madre, una de mis hermanas, una excuñada, el papá de la nena y la hija de la señora donde trabajé pudieron ver el cuerpo en la morgue”.