En vísperas de un nuevo fin de semana largo los usuarios que viajan en cualquiera de las dos empresas que conforman el transporte público de Paraná a Santa Fe, y viceversa, saben que deberán munirse de paciencia y afrontar, según el horario, una extensa espera para poder abordar el micro.
Demoras para viajar a Santa Fe en colectivo siguen generando quejas
En horas pico, las colas para tomar un micro son extensas. Al cubrir los asientos hay que esperar el siguiente, a veces con frecuencias espaciadas
16 de noviembre 2017 · 21:24hs
En estas ocasiones la demanda suele incrementarse, sobre todo porque son muchos los estudiantes de Entre Ríos que cursan en alguna de las universidades Santa Fe, y al revés, quienes aprovechan para regresar a sus hogares.
Pero también hay horas pico entre semana en las que se forman largas filas. Martín, un paranaense que decidió mudarse a Santa Fe pero sigue trabajando en Paraná, es uno de los tantos afectados y sabe de eso. De lunes a viernes entra a las 7 y sale pasadas las 13. "Llego a la Terminal cerca de las 13.30 y justo entre esa hora y las 15, es horario pico para tomar alguno de los colectivos que van a Santa Fe. Se llena uno y los que quedamos sin subir debemos esperar el próximo", señaló a UNO.
"También suelo venir a Paraná para los cumpleaños de mis sobrinos, a visitar a amigos o a algún evento, y me ha pasado tener que aguardar mucho más de lo planeado. Hace poco fui a un taller filosófico un viernes y terminó tarde; llegué a la Terminal a las 0.30 para tomar el colectivo de la 1, ya había mucha cola, se llenó antes de que me tocara el turno de subir y tuve que esperar el próximo, que recién pasaba a las 3 de la mañana. Fue muy fastidioso", dijo.
Como usuario frecuente sabe de los desafíos de llegar a tiempo a destino, y afirmó: "Los fines de semana es todo un tema. Generalmente hay varios eventos entre Paraná y Santa Fe y mucha gente se cruza; hay quienes van a bailar, a visitar amigos, sale un solo colectivo por vez y cuando se llena la gente tiene que esperar el próximo, con menos frecuencias".
Según expresó, los horarios más problemáticos debido a la cantidad de gente que va a abordar un micro hacia la vecina provincia son a la mañana, a la siesta y a la noche: "De 7 a 8 sale súper lleno; después a la siesta, de 13 a 15 también se amontona mucha gente, sobre todo de lunes a viernes, que están los que salen de trabajar allá y vuelven a Paraná; y de noche. Son momentos en que deberían poner más refuerzos. La empresa sabe que se concentra mucha gente", opinó.
No obstante, señaló: "En 2013 fue el mayor conflicto entre usuarios y empresas, cuando definieron que no se podía viajar más parado. En ese entonces las empresas pusieron otros horarios, otras unidades".
Fue justamente hace cuatro años cuando esta medida impulsó una serie de quejas y se formó una asamblea entre los estudiantes afectados para pedir soluciones. Pero su accionar se fue diluyendo ante la falta de respuestas. "Tengo entendido que no sigue la asamblea, porque el grupo se fue disolviendo. Lo motorizaban estudiantes que ya han terminado de estudiar o han dejado. Los marearon y desgastaron con reuniones en Santa Fe y en Paraná que nunca llegaron a nada", dijo a UNO Noelia, otra paranaense que trabaja en Santa Fe, y cansada del trajín de viajar a diario con estas particularidades del servicio, decidió mudarse allá. Al respecto, comentó: "El año pasado viajaba seis días por semana entre ambas ciudades. Con los enormes aumentos en peajes y combustibles, mucha gente que antes viajaba en auto ahora lo hace en colectivo. Se me hizo insufrible, realmente me deterioró la calidad de vida. Así que este año decidí vivir en Santa Fe".
Por otra parte, manifestó: "Viajando tanto me interioricé un poco en la problemática. Los choferes y las empresas le echan la culpa a la CNRT. Dicen que ese organismo desde Buenos Aires no les autoriza más horarios ni les permite ampliar la flota de coches, y que ese organismo considera que con los coches que tienen, si las empresas pagaran las horas extras necesarias, podrían dar abasto el servicio con refuerzos. Se tiran la pelota y en el medio estamos los usuarios".
Acción de la Defensoría
El defensor del Pueblo adjunto de Paraná, Pablo Donadío, recordó que hasta 2016 mantuvieron una serie de encuentros con distintos sectores afectados para proponer soluciones: "Fundamentalmente, nos reunimos con usuarios y con distintas facultades, representadas por sus directivos y referentes de centros de estudiantes, que son los que hacían uso del servicio de transporte. Pero este año no hemos tenido ningún tipo de reclamos, al menos en la Defensoría del Pueblo".
"Los principales planteos de trabajadores y estudiantes que se hicieron entonces fue por las frecuencias que no se cumplían, o había quejas porque había paradas que se habían levantado, además de las largas filas. Pero este año lo que vi es mayor regularidad en las salidas, y la flota ha mejorado, las unidades son todas modernas, nuevas, con servicio de aire acondicionado, calefacción, y eso mejora el confort del usuario", concluyó.
Más inconvenientes
La reparación de 17 kilómetros de la ruta nacional 168, entre Paraná y Santa Fe, que comprende la rehabilitación y bacheo de la calzada y el arreglo de las juntas de los puentes del corredor y sus respectivos accesos, está complicando la fluidez del tránsito entre las dos ciudades, y consecuentemente genera mayores demoras en el servicio interurbano, y se estima que esta situación durará varios meses.
En horarios pico los banderilleros organizan el tránsito con mano hacia la ciudad de Paraná a la altura del puente que conecta la autovía con barrio El Pozo.
Son 29 unidades las que circulan uniendo ambas ciudades
Consultado por UNO, Roberto Albisu, gerente de Fluviales, una de las dos empresas que prestan el servicio, indicó que son 15 las unidades de esa compañía las que viajan a diario de Paraná a Santa Fe y hace el recorrido inverso, y suman 114 servicios diarios de lunes a viernes. Etacer, la otra compañía, tiene 14 coches y alcanza alrededor de 95 servicios.
En referencia a las frecuencias que funcionan durante los fines de semana largos, cuando suele concentrarse una cantidad superior de pasajeros en determinados días y horarios, señaló: "Funcionan menos que en días hábiles, porque la actividad administrativa y estudiantil es mucho menor. Sí el fin de semana largo tiene más transportación el viernes y el lunes, que son los días de llegada y salida. Los viernes normalmente se ponen refuerzos en los horarios de toda la tarde".
Sobre la posibilidad de implementar mayor cantidad de frecuencias para evitar demoras en los pasajeros que utilizan el servicio, comentó: "El sistema estipulado por mes es de 114.000 kilómetros en Fluviales, y se están haciendo alrededor de los 250.000. Hay un exceso casi del 50% de los kilómetros que estaban previstos".
Acto seguido, opinó: "Lo que hay acá es un problema en la previsión que debe tener cada persona que viaja. Es un servicio que no puede llevar pasajeros parados y obviamente que son 40 asientos. Las frecuencias y horarios están programados y coordinados con los centros de estudiantes. Hacemos los servicios que están preestablecidos en los horarios, y cuando hay exceso de pasajeros o aumentos de demanda y hacen falta más servicios, tienen que ser solicitados por la gente, porque nosotros no podemos saber lo que motiva esa mayor generación de pasajeros".
Por último, mencionó que la concesión vencía este año, pero "está tramitada y prorrogada hasta 2027".