Cistian Lanatta recuerda los 14 días de fuga, entre refugios inhóspitos, pastizales, pantanos y tiroteos, como si todas esas cosas le hubiesen pasado a otro. Nunca se había sentido tan cerca de la muerte. Tanto él como su hermano Martín y Víctor Schillaci habían hecho un juramento: no entregarse y matar si sus vidas corrían peligro.
De aquellos días en los que era perseguido por más de 800 policías, Lanatta pasa sus días en una celda aislada del penal de Ezeiza. “Cada tanto entra una rata del tamaño de un gato. Una vez me amenazaron, ya no estoy tranquilo acá”, revela. “Había un plan para matarnos a sangre fría, por suerte seguimos vivos, pero el peligro no terminó”, anuncia preocupado y sin querer dar más detalles.
“Es como una película del Lejano Oeste, esa que miraba de pibe. A veces me levanto y creo que yo no estuve ahí, ahora salí de la película y siento que todo es un infierno”, dice Cristian Lanatta en exclusiva para BigBang a dos meses de la increíble fuga. Llamó a este portal el martes poco después de las 23 desde un teléfono público del penal de Ezeiza. En la charla, en la que puso como condición no hablar de la causa, parece un hombre cordial, lejos de la imagen de “sicario” impiadoso que se tiroteaba con policías y fuga por la ruta al estilo road movie.
“HASTA 2009 ERA UN HOMBRE NORMAL”
Los tres prófugos se habían escapado el 27 de diciembre de 2015 de la cárcel de General Alvear, donde cumplían una condena a cadena perpetua por los crímenes de Sebastián Forza, Diego Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cuerpos fueron encontrados en General Rodríguez el 13 de agosto de 2008. Los tres prófugos que en enero conmovieron al país fueron condenados en diciembre de 2012 a cadena perpetua por el Tribunal Oral Criminal Nº 2 de Mercedes. “Nos condenaron sin pruebas, y hubo muchas irregularidades que ya se sabrán”, dice Lanatta.
“Hasta 2009 era un hombre normal”, jura Cristian Lanatta. Dice que venía del ámbito político. “Si vas a mi barrio te van a decir quién era yo. Todavía no lo pueden creer. No sé cómo terminé en todo esto. Nunca vi a Forza, Ferrón y Bina. Mi hermano, Schillaci y yo no los matamos. Todo esto fue armado. Lo diremos todo cuando podamos declarar ante la Justicia”, dijo a este portal.
"Esto es una cama gigantesca. Hasta en su momento un fiscal mandó a un pastor para que me hiciera la cabeza para acusar a mi hermano. Es todo una locura”, dice Lanatta.
Cristian Lanata y Víctor Schillaci fueron detenidos en una arrocera en Cayastá, un pueblo de Santa Fe que cobró fama por esos días, entre allanamientos, cacerías y policías de civil que salían de sus casas a buscar a los prófugos en ojotas.
“ESTÁBAMOS DISPUESTOS A TODO”
-¿La fuga fue planeada?
-Mucho no podemos hablar de eso porque tenemos que declarar. Pero te puedo decir que no planeamos nada. Nos abrieron las puertas y salimos. Y vivimos una situación horrible y volvimos a escapar.
-¿Quién los sacó de la cárcel?
-Ya se van a enterar. No puedo decir nada.
-¿Los sacaron para matarlos?
-Sí.
-¿Por qué dice que iban a ejecutarlos?
-Nos llevaron a un lugar donde había un sicario. Y nos fugamos de ahí porque sino éramos boleta.
-¿Van a declarar contra Aníbal Fernández?
-No puedo responder eso.
-¿Cuándo surgió la idea de escapar?
-No hubo idea y tampoco fuga. Nos sacaron de un día para el otro. Así de simple. Nos abrieron las puertas y salimos.
-¿A cambio de qué?
-No lo puede decir ahora.
-¿La idea era esconderse en Santa Fe unos días hasta llegar a Ciudad del Este, en Paraguay?
-Fue todo improvisado. Los catorce días de la fuga fueron una película de lo que aún no logro salir. Estábamos sin protección, sin un peso, no pensábamos ver a ningún narco. Involucraron a mucha gente que no tenía nada que ver y no quiero nombrar. Sólo queríamos fugar de una emboscada que nos hicieron cuando nos sacaron de la cárcel. Luchamos por nuestra vida porque estábamos en peligro. Nos querían matar, había un plan para matarnos a sangre fría. No íbamos a entregarnos, pensábamos resistir. Pero el hambre y la sed nos debilitaron.
-¿Un plan de quién?
-No te lo voy a decir. Lo diré en su momento.
-Sin embargo, más que víctimas se los veían victimarios. Según muestra un video y de acuerdo con las pericias, le dispararon a quemarropa a dos policías y a dos gendarmes.
-Todo lo hicimos para salvar nuestra vida. No pensábamos entregarnos. Estábamos dispuestos a todo para seguir en la calle. Algunos periodistas dijeron muchas mentiras. Ya se sabrá la verdad, muy pronto.
Fuente: www.bigbangnews.com
Cristian Lanatta: "Había un plan para matarnos a sangre fría"
Uno de los tres prófugos condenados por el triple crimen de General Rodríguez habla por primera vez desde que fuera recapturado. Cómo son sus días en la cárcel, qué recuerda de la fuga y por qué dice que los sacaron de prisión para hacerles una emboscada.
27 de febrero 2016 · 12:02hs