Los integrantes de la Asociación Paranaense de Deportes de Tablas (APDT) tendrán una excelente oportunidad para exponer ante los concejales de la ciudad el proyecto para la construcción del tan ansiado skatepark público.
Concejales escucharán la propuesta de skaters
La charla se realizará el jueves 29 en la sesión ordinaria del Concejo Deliberante. El encargado de acercar las partes fue el concejal Marcelo Haddad, que mantuvo reuniones previas con los representantes de los deportistas para conocer de cerca los planes.
Entre las justificaciones más importantes se habló del “impulso que se le daría al Turismo” teniendo en cuenta que todas las ciudades en donde la Industria sin chimeneas marca el ritmo de la economía, a esta altura, ya tienen pistas públicas y privadas para la opción de los turistas.
En el ambiente nacional son conocidos los tours de skaters (que llegan a ser de más de 10 personas) que visitan las ciudades para practicar el deporte y de paso conocer.
En cuanto a la audiencia, UNO pudo saber que los deportistas que se pusieron al frente de la ONG harán un fuerte hincapié en “la necesidad de desarrollar los deportes extremos”, ya que miles de adolescentes hoy están quedando sin ningún tipo de contención.
Quieren comenzar a plasmar este proyecto a través de creaciones culturales que se relacionen con la música y las artes plásticas.
“Hablaremos de la necesidad de un espacio de contención para que los adolescentes y jóvenes tenga una posibilidad para no estar en las calles sin hacer nada”, aseguró a este diario José Alem, el presidente de la APDT.
Los jóvenes dirigentes, que representan a una cantidad incalculable de deportistas que practican las disciplinas que más crecieron en los últimos 10 años, están seguros de que con un parque público con rampas se pueden organizar torneos multitudinarios y generar un ida y vuelta con diferentes ciudades del país.
Se tienen que ir
Las familias paranaenses que tienen hijos pequeños a los que les gusta andar en patineta, si pueden, los llevan a Santa Fe en donde tienen la posibilidad de elegir: pasar la tarde en la pista pública o pagando una mínima entrada en la privada. Es que en Paraná, además de no haber lugares seguros para andar, muchas veces en los espacios públicos el humor de los transeúntes cambian cuando ven a un adolescente en skate, longboard, rollers o bicicletas. Claro que ninguno de los dos tiene la culpa de nada. El que quiere caminar o sentarse en un banco de una plaza está en todo su derecho, al igual que los chicos y chicas que quieren practicar su deporte favorito. Entonces alguien deberá dar una solución, por ejemplo, los concejales.