Sebastián Gálligo/ Ovación
Charles Parker: “Me gustaría venir a vivir a Paraná”
Todos los años, o al menos cuando puede, se da una vuelta por Paraná. Sus lazos con la provincia, porque sus suegros viven en Diamante, hacen que la escapada a la capital sea obligada. Y su presencia nunca pasa inadvertida. Su calidez, su sonrisa y su presencia se perciben de lejos. Y en el corazón de los hinchas de Echagüe siempre está presente. El jueves Charles Parker volvió a pisar el Estadio Luis Butta y miró el triunfo del Negro sobre Uncaus, que igualó la serie de Reclasificación del TNA. Recibió el reconocimiento de los dirigentes, una camiseta y un pedazo del histórico piso que fuera cambiado en 2014, donde caminó las memorables noches de la Liga B y la Liga Nacional en el 80 y 90. El exjugador pasa gran parte de sus días en Chicago, donde enseña básquet y trabaja en una empresa de seguridad, pero sueña con volver al país junto a su hijo Xavier,
“Extraño la gente, el básquet, es un paquete”, dijo a Ovación el talentoso basquetbolista que llegó al país en 1984 para jugar la Liga B con el Negro.
Parker fue más a fondo y reconoció que “extraña” la ciudad porque pasó mucho tiempo. “Aquí hace calor y me gusta, no como en Chicago, ja”, completó el extranjero.
Mientras recibía saludos de todos los costados, el exjugador que debutara en la Liga Nacional A en 1986 confesó que su deseo va más allá y que le gustaría volver. “Me gustaría venir a vivir Paraná”, tiró. “Fue mi gente, mi ciudad y donde viví muchos años. Ojalá algún día pueda ayudar al club”, continuó.
Parker jugó en Echagüe en las temporadas 1984, 1985 (Liga B), 1986 (Liga A) y regresó en la temporada 1991 y 1992 (Liga). Jugó dos años más hasta 1994. Vivió un proceso de cambios en la Liga y en Echagüe y a diferencia de otros años en esta oportunidad declaró que vio “muy cambiado” a club. “Lo veo mejorado en todos los sentidos. Sobre todo este último año. Es un club que crece”, expresó.
Para Parker los cambios no solo se produjeron en la institución, claro, sino que además dijo que el juego es distinto y con una sonrisa inmensa expresó que antes eran “más hombres”. “Ahora es más suave el juego. Es otro juego. Cambió todo acá y allá. Antes era más físico y ahora tienen más habilidad para llegar abajo del aro”, analizó desde la platea preferencial.
Si bien sigue por Internet cómo está el equipo desde Estados Unidos sabe que a Echagüe se le viene negando hace años la posibilidad de jugar en la máxima categoría.
En tal sentido opinó que “es necesario que Echagüe y la ciudad tengan otro equipo”. “Echagüe se lo merece por historia y además le vendría muy bien a Paraná tener dos equipos en la Liga. Le daría mucho entusiasmo a la gente”.
Por otra parte comentó que el amor de su hijo por el básquet es hereditario, aunque en realidad sentenció. “No tiene opción, o juega o juega, ja”.
Xavier también
“Estoy en la Universidad, tengo tres años más y a ver qué pasa. Jugar en Echagüe sería algo muy lindo”, comentó Xavier, el único hijo de Charles, quien se mostró orgulloso por el afecto hacia su padre. “Fue un gran jugador y es una gran persona”, manifestó.