El fiscal de la causa que investiga las denuncias de abuso sexual en el Seminario de Paraná, Juan Francisco Ramírez Montrull, visitó días atrás la provincia de Tucumán, donde reside el principal acusado, el sacerdote Justo José Ilarraz. En ese marco, el funcionario del ministerio público indagó en la localidad de Monteros sobre versiones de delitos similares a los denunciados en la capital entrerriana, tarea que permitió abrir una línea de investigación en la justicia tucumana.
Caso Ilarraz: “Sabemos que hay personas que son víctimas pero no lo quieren manifestar”
En diálogo con Maldición, va a ser un día hermoso, que se emite por 97.1 La Red Paraná, Ramírez Montrull explicó que tras su visita a Tucumán, “como resultado se iniciaron actuaciones en las cuales el martes se recibió la primera testimonial, y está previsto recibir otras más. Fuimos a ponernos en contacto porque había versiones, y una de las medidas que tomamos fue corroborar la existencia de esas versiones”.
El fiscal sostuvo que en Monteros, por la lizagón de la sociedad con la Iglesia Católica, “la persona que habia manifestado un caso similar de otro sacerdote no habia tenido el apoyo de la población. Eso llevó a esa persona y a otra más a no hablar más del tema”.
En relación a eso, Ramírez Montrull añadió que “sabemos que en Paraná hay personas que han sido víctimas del hecho y no lo han manifestado o no lo quieren manifestar. Eso es lo que produce ser victima de ese tipo de delito: la vergüenza, la culpa. Una cuestión de no querer dar a conocer lo vivido”. Luego agregó: “Tenemos conocimiento de que existen otras víctimas. Han surgido de entrevistas con distintas personas que tienen conocimiento del hecho, de testigos o de las mismas víctimas que han aportado datos de otras personas, pero por esa situación del tipo de delito y todo la afectación psicologica y la subjetividad que tienen no se animan a declarar. Por eso destaco la valentía de las personas que lo hicieron, por todo lo que eso implica”.
El funcionario del ministerio público indicó que se espera la respuesta del juez Grippo al planteo realizado por la defensa de Ilarraz, que apunta a la prescripción de la causa -planteo que la Fiscalía rechaza- para luego continuar con las vías probatorias para determinar la responsabilidad del sacerdote en las denuncias por abuso sexual.