Pablo Felizia/De la Redacción de UNO
Cada vez son más jóvenes los que consumen psicofármacos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha constatado un incremento de la depresión en la juventud desde los 12 a los 25 años. Afirma, de hecho, que la afección se da en iguales porcentajes en adolescentes, como en los adultos. De hecho sostiene que la padecen 350 millones de personas en el mundo, es un fenómeno global que afecta a todas las edades, en todas las regiones y a los dos géneros.
Farmacias de Paraná afirman que los psicofármacos se comienzan a consumir más tempranamente. Si bien sobre las edades no hay coincidencias en todos los consultados, sí se puede observar una tendencia.
“Lo que pasa es que era un medicamento que se reservaba para gente mayor y ahora es en todas las edades y cada vez se receta más, justificado o no. Después no lo quieren cortar y lo siguen tomando con receta y todo”, dijo una farmacéutica que trabaja en una farmacia a varias cuadras de la Peatonal en la zona del centro de Paraná. Asimismo agregó: “Sí hay aumentos en los chicos de 19 o 20 años, en esas edades”.
Alejandro Ruiz, psicólogo y secretario técnico del Hospital Escuela de Salud Mental, dijo a UNO sobre este tema: “Es cierto que hay una tendencia a medicar que en otra época no se daba. Pero no solo es en los psicotrópicos, sino en general, y hay un abuso de la medicación”.
Por su parte, Claudia Bottegal psicóloga y directora de la Casa del Joven dijo que hay una idea de que “con ‘lo mágico y lo rápido’ resolvemos” y coincidió con lo planteado por Ruiz.
“La institución en la que trabajo es interdisciplinaria y así se aborda a los jóvenes: con distintas miradas sobre una situación”, dijo.
A su vez explicó que hay recursos que se construyen donde se desplazan ciertas intervenciones que en otro momento eran solo psiquiátricas. En su opinión “la construcción de un estado de ánimo y su desconstrucción es de una multiplicidad de causas y se tienen que tener una multiplicidad de miradas”.
De todos modos señaló que hay momentos en que se tiene que hacer pero no de “primera mirada”. “A veces se tiene que medicar o incluso realizar una internación. A veces es necesario, pero eso se tiene que saber. Antes era internar y después veían si estaba bien la decisión”.
Depresión en los jóvenes
Consultados por el informe de la OMS donde afirma que hay un aumento de depresión en los jóvenes, la especialista de La Casa del Joven sostiene que esa patología no es un rasgo del adolescente, pero sí hay características, contextos históricos y sociales y el rol de los adultos que se deben tener en cuenta ante los “altibajos”.
Claudia Bottegal habla de “tiempos” en la vida donde hay sucesos y características propias. Sin embargo señaló: “Todos pasamos cambios y no todos nos deprimimos. El adolescente puede transitar este tiempo con altibajos y a veces sí se cristalizan en su vida, pero no necesariamente se convierten en una patología”.
Explicó que hay un punto en que el adolescente tiene un tiempo de transitar donde se elige, se reelige, se encuentra con posibilidades o no. En este sentido, Bottegal remarcó que la depresión no es un rasgo del tiempo adolescente.
De todos modos, y a partir de su experiencia en la institución, sostuvo ante esos “altibajos” la importancia de ubicar al joven en su contexto. Son las condiciones históricas y sociales de su niñez que tienen su efecto en la actualidad.
Muchos de sus padres perdieron sus trabajos, cuando eran niños no concurrían a la escuela, transitaron la crisis económica, se transformó la familia en quién la sostenía, entre otros aspectos y “todo en un margen de poco tiempo”.
“Después hay otro punto que es una cuestión con el adulto, un problema en la autoridad y no desde el punto de vista del autoritarismo, sino desde la cuestión de que no sabe qué hacer con el adolescente, si habilitar o deshabilitar”, dijo Bottegal.
Explica que no se refiere a buenos o malos padres sino que a los adultos “les cuesta bancarse las arremetidas de los adolescentes” y en ese sentido parece más fácil ‘negociar’”. En este sentido remarcó: “No estoy de acuerdo de que el tiempo adolescente es de depresión, sí es de altibajos, pero no es solo de ellos, y tienen que estar acompañados por sus pares y los adultos: es uno y otro, no uno contra el otro o uno sobre el otro. Es un tiempo de acompañamiento”.
Hay ciertos malestares a los que se les pone la “camiseta de depresión”
A pesar de las afirmaciones de la Organización Mundial de la Salud, Alejandro Ruiz opinó a UNO: “Se le llama depresión a cosas que no lo son. Se confunde con ‘bajoneos’ y con ciertos malestares que se tienen todos los días y a los que se les pone la camiseta de depresión”. Al respecto hubo coincidencias también, en este punto, con la psicóloga Claudia Bottegal.
También destacó la importancia de identificar qué es depresión y qué no, a la vez que tampoco subestimó esa “tristeza” que se puede sentir. De todos modos se planteó cauteloso a la hora de hablar de ese aumento de la depresión en los jóvenes.
Controversia
“El problema es que se llama depresión a un montón de cosas. Un chico se saca una mala nota en la escuela, se pone mal y dicen que está deprimido. No creo que sea así porque se le dice depresión a más cosas de lo que son en general”, remarcó.
De todos modos explicó que cuando se da, “es más habitual en la adolescencia entre los 17 y 18 años en ese pasaje a la adultez cuando hay que tomar responsabilidades”.
Los elementos de la cultura, las posibilidades de identificación, las perspectivas hacia el futuro, poder decidir que se quiere ser y tener las posibilidades para hacerlo ayuda a que una persona joven no se deprima, aunque la problemática, a partir de la explicación de los especialistas, sea mucho más compleja.