La intendenta de Paraná, Blanca Osuna, recorrió la zona de Bajada Grande con el objetivo de supervisar los trabajos de extracción de agua en la laguna ubicada en el barrio y así controlar los efectos de la creciente del río.
Buscan mitigar los riesgos de la crecida con bomba extractora
La mandataria estuvo acompañada por el secretario de Desarrollo Social, Fernández Báez; y el subsecretario de Saneamiento, Oscar Calvi.
La instalación de una bomba de gran porte permitió efectuar tareas de desagüe en la laguna de Bajada Grande, con el fin de evitar inconvenientes a los vecinos que están en la zona del barrio de la aceitera, y otros que están más sobre el borde.
En este marco, Osuna aseguró: “Estamos reforzando los trabajos en otros barrios costeros. Paraná, como todos sabemos, no tiene alto riesgo de inundación, pero sí las viviendas que están sobre la costa”, dijo, y agregó: “Venimos trabajando con todas las organizaciones y fuerzas con un altísimo compromiso por parte del gobierno municipal”.
Al mismo tiempo, informó sobre tareas coordinadas con la empresa Enersa para extender líneas especiales para que la bomba funcione.
A su vez se acompañó a familias con distintas acciones en los barrios Puerto Viejo, Puerto Sánchez, Los Arenales y La Toma.
Aspectos técnicos
El subsecretario de Saneamiento, Oscar Calvi, explicó que “esta bomba tiene un caudal de extracción de 1.400.000 de litros por hora, que nos va a permitir mantener el nivel normal de la laguna de Bajada Grande, que es lo que evitaría que se inunden los vecinos”.
A su vez, el funcionario agregó: “Tuvimos que hacer una extensión eléctrica, en la que colaboró Enersa con el transformador, por el insumo de arranque de energía que tenía la bomba”.
Por su parte, Fernando Báez detalló las acciones que viene realizando la comuna para mitigar los efectos de la crecida: “Desde que se inició este proceso de crecida, a principios de junio, hemos mantenido un contacto permanente con todos los actores: organismos públicos, municipales, provinciales, fuerzas de seguridad, vecinales. Han tenido un rol muy importante en la coordinación, en el contacto directo con los vecinos, de modo que estamos llegando a esta etapa que es la meseta de esta crecida, y vamos a mantener todas estas acciones preventivas hasta tanto se normalice la situación del río”.
El funcionario indicó que “esta bomba es de gran caudal, y la ciudad antes no contaba con ella. Si bien está en un régimen de alquiler temporario, para nosotros también es una experiencia interesante que va a determinar oportunamente si es necesario que la Municipalidad cuente con este tipo de equipamiento”, remarcó.
Por último, comentó que se tomó contacto con todas las áreas que “tienen un nivel un poco más cercano al nivel del río, como Bajada, Puerto Viejo, Puerto Sánchez del Thompson, y en la zona norte de Paraná, en la Toma y en los Arenales; y también en Las Conchillas, que es comunidad un poco más alejada”.