Después de la euforia por eliminar a River de la Copa de la Liga, Boca no jugó un buen partido ante Barcelona de Guayaquil, más allá de que con los cambios mejoró en el segundo tiempo. En consecuencia, empató 0-0 y deberá resolver en la última fecha de la fase de grupos el pasaje a los octavos de final de la Libertadores. Los ecuatorianos, con 10 unidades, se convirtieron en los primeros clasificados de la Zona C.
Boca empató y buscará clasificarse en última fecha
El elenco conducido por Fabián Bustos sorprendió plantándose de igual a igual y buscando presionar la salida de Boca. Así, incomodó al Xeneize y a partir de recuperaciones en campo rival o desde los ataques por las bandas (sobre todo por la derecha), lastimó.
A los 8 minutos, una entrada de Damián Díaz forzó la atajada de Andrada a una mano. A los 10, el intento de Hoyos se marchó desviado. Boca, mientras tanto, sufrió el bloqueo a sus volantes, por lo que muchas veces se vio obligado a saltar líneas y dependió de que sus velocistas pudieran correr, del desequilibrio individual, sobre todo de Villa.
A los 28 minutos, la visita volvió a llegar a fondo: Pineida, de mediavuelta, provocó que Andrada volara hacia su derecha para desviar al córner. Y a los 36, Hoyos abrió para el Kitu Díaz, al que el control se le fue algo largo y remató ancho. Dichas acciones no hicieron más que certificar que las mejores jugadas de riesgo pertenecieron a Barcelona. El ex enlace de Rosario Central y Boca incluso tuvo un mano a mano: intentó gambetear al arquero, pero su intento salió desviado.
En la segunda etapa, Boca asumió otra postura. Con los mediocampistas (sobre todo Medina) más activos y el aporte de los wines, se quedó con la pelota ante un Barcelona que retrocedió, empezó a presionar recién en mitad de campo y empezó a sentirse incómodo en el desarrollo.
A los 15′, Miguel Ángel Russo (en realidad Leandro Domoza, en el banco de suplentes ante la suspensión del DT) buscó imprimirle mayor agresividad a la nueva versión de Boca del complemento y apostó por Tevez y Maroni en lugar de Soldano y Pavón. Pero tras ese primer espejismo, el duelo volvió a emparejars más allá del dominio posicional del local, el Xeneize tuvo su mejor oportunidad cuando, tras un centro de Villa, peinó el esférico un defensor visitante y le quedó a López quien, sin oposición, remató por encima del travesaño.
En la segunda etapa, Boca asumió otra postura. Con los mediocampistas (sobre todo Medina) más activos y el aporte de los wines, se quedó con la pelota ante un Barcelona que retrocedió, empezó a presionar recién en mitad de campo y empezó a sentirse incómodo en el desarrollo.
A los 15′, Miguel Ángel Russo (en realidad Leandro Somoza, en el banco de suplentes ante la suspensión del DT) buscó imprimirle mayor agresividad a la nueva versión de Boca del complemento y apostó por Tevez y Maroni en lugar de Soldano y Pavón. Pero tras ese primer espejismo, el duelo volvió a emparejars más allá del dominio posicional del local, el Xeneize tuvo su mejor oportunidad cuando, tras un centro de Villa, peinó el esférico un defensor visitante y le quedó a López quien, sin oposición, remató por encima del travesaño.
En pos de dar un paso firme hacia la clasificación, el equipo de la Ribera tiró todo al césped: entraron Cardona, Fabra y Varela. Pero aunque monopolizó el balón, Boca no puso en apuros a Burrai. Así, quedó segundo en el Grupo con 7 puntos, tres menos que su rival y uno más que The Strongest y Santos.