Antonella Temporetti denunció en todos los lugares donde pudo que le habían robado la bicicleta con la que iba a trabajar al hospital de La Baxada en el sector de pacientes con Covid-19. El jueves 1 de octubre salió antes del trabajo porque se sentía mal, tanto que se olvidó de cerrar una de las rejas de su casa y con eso bastó para que se lleven a La Rosita, una playera sin cambios ni canastito pero que, en pleno aislamiento y sin colectivos de línea, en Paraná era un gran medio de transporte.
Bicicleta y solidaridad, una linda historia para contar
Cuando se dio cuenta que la bici ya no estaba escribió algunas publicaciones en las redes sociales, UNO se contactó con ella, publicó la nota el viernes 2 de octubre a la tardecita y el domingo 4 por la mañana llegó un mensaje privado pidiendo el celular de Antonella.
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Era Marlene Von Fehleisen que, después de leer la nota de UNO entendió que era el momento de ayudar. La mamá de Matias, fue a buscar la bicicleta que estaba guardada, sin uso y pensó que lo más justo era llevarla a lo de Aldo, el bicicletero que la dejó impecable. A la familia le gusta salir a pedalear por la ciudad y saben que es mucho más lindo hacerlo en las mejores condiciones.
Con la bici arreglada, la contadora de profesión, se contactó con Antonella para ofrecerle el rodado. “Me pareció que era el momento justo para ayudar a otra persona en estos tiempos tan bravos”, respondió Marlene resaltando que su compañero, Germán Urdizar, la acompañó en toda la movida.
Llegaron a lo de Antonella y la sorprendió de entrada porque le dijo que se la iba a devolver cuando consiguiera otra. Ella le respondió que no, que era un regalo. Menos aceptó la opción de un pago en cuotas que también ofreció la mamá de Isis Electra. “Me la quería pagar por mes pero le dije que no, que era para ella y su respuesta me conmovió”, reconoció la mujer que se convirtió en mamá a los 19 años y sabe lo que es que te den una mano en la vida: “’Que te vuelva el triple’, me dijo, y esas palabras fueron muy gratas, nos fuimos muy contentas las dos”, resaltó la descendiente de alemanes austríacos.
De guardia
Antonella sigue trabajando en La Baxada con los pacientes que padecen el Coronavirus y ahora cuando puede, viaja en la bici nueva que, por los colores parece una versión mejorada a la antigua Rosita.
Este jueves le tocó la guardia por la mañana y una vez que terminó el horario laboral le contó a UNO que otra mujer, que le pidió en forma explícita que no trascienda su nombre, aportó una suma de dinero para la movilidad que le vino bárbaro hasta que recibió la bici nueva.
Más tranquila, Antonella, agradeció la solidaridad de los paranaenses porque inclusive contactó a otra chica que quería donar una bici con una compañera de trabajo que la necesitaba para trasladarse.
Como dijo Marlene: “Tenemos que ser empáticos, ponernos en el lugar del otro y saber que un granito de arena para otra persona puede ser un montón, así funcionarían mejor las cosas”.