Matías Larraule / De la redacción de Ovación
Belgrano padece en el cierre de los encuentros
En la Liga Paranaense, el Mondonguero igualó 1 a 1 ante Atlético Neuquén. Ahora Belgrano comparte el liderazgo con San Benito. Es el tercer juego en el que resigna unidades en el desenlace del pleito.
16 de octubre 2013 · 07:52hs
Belgrano sufrió otra vez los últimos minutos del encuentro. Por tercer juego, el Mondonguero resignó unidades en los últimos pasajes de los compromisos que asumió. Esta vez, el elenco dirigido por Hugo Fontana igualó 1 a 1 ante Atlético Neuquén, en el sur de la capital entrerriana. El encuentro dio por finalizado la décima fecha del Torneo Clausura de Primera División A que organiza la Liga Paranaense (LPF), certamen que es comandado por el Albiceleste y San Benito.
El dueño de casa le faltó el respeto al tricampeón. Le jugó de igual a igual en una historia áspera y enredada. El escenario de juego no estaba en las mejores condiciones, por eso se tornó difícil hacer circular el balón con criterio.
La visita avisó a los 3 minutos. Emanuel Rojos obligó una soberbia respuesta de Rodríguez, quien tapó a medias un remate a quemarropa. El rebote le quedó servido a Barrios, pero desperdició la chance de abrir el marcador.
Aaron Cointry era bien controlado por Flores, pero la única vez que le perdió la marca lo padeció el Pingüi. El ex-Peñarol le ganó las espaldas al volante central y asistió a Rojos, que con un remate cruzado puso en ganancias al elenco de Salta y Nogoyá.
El local tenía buenas intenciones, pero no podía quedar cara a cara con Bustos. Luis Díaz absorbió a Rabufetti, la referencia ofensiva de Neuquén. Por eso el anfitrión se ilusionó con la pelota parada. Un cabezazo de Flores, que impactó en la parte externa de la red, fue la jugada más peligrosa del dueño de casa en la etapa inicial.
En el complemento, el local adelantó sus líneas y le dejó espacios a Belgrano. Rojos pudo cerrar la historia, pero el atacante no le dio la mejor dirección a su cabezazo.
Arbitelli ubicó el balón debajo de su suela e hizo jugar a sus compañeros. El ex-Belgrano fue incontrolable para sus excompañeros. De su botín nacía la ilusión del dueño de casa. Aunque solamente preocupada con la pelota parada.
Por esa vía alcanzó la paridad. Se disputaba el segundo minuto recuperado y Rodrigo Acosta, en su afán por despejar el peligro, envió el balón a su propio arco. Otro final inesperado para Belgrano, que ahora comparte el liderazgo con San Benito.