Matías Larraule/Ovación
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Bebieron de la copa más linda
Cuando un equipo intenta jugar a la pelota, asume el protagonismo y muestra movimientos bien articulados, tiene muchas posibilidades de quedarse con la victoria. Atlético Paraná mostró anoche estos atributos. Lo hizo por tercera vez en una instancia en la que el margen de error se reduce sustancialmente.
El Decano bebió de la copa más linda en la noche del sábado. Celebró una nueva victoria y se encamina a la clasificación. En el estadio Pedro Mutio, el Rojiblanco superó a Deportivo Rosamonte de Apóstoles, por 3 a 2, en el encuentro que cerró la cuarta fecha de la segunda fase del Torneo Argentino B.
Con este éxito, el conjunto dirigido por Edgardo Cervilla se afirma en la cima de las posiciones, aunque todavía deberá dar algunos pasos para inscribir su nombre en la siguiente instancia.
El Decano lleva adelante su filosofía futbolística. La premisa es adueñarse de la redonda, atacar con claridad y defender lejos de su campo con la posesión del esférico. Para eso conforma un mediocampo con valores que le aportan mucho volumen de juego. Resigna marca en algunos sectores, pero muestra movimientos sincronizados.
Rosamonte fue inteligente en la primera etapa. Plantó dos líneas de cuatro cerca de su propio campo con volantes externo picante para provocar contragolpes, con un tanque como referencia de área y con un media punta con mucha movilidad y solidaridad.
La visita sorprendió a los ocho minutos en un contragolpe que encabezó el entrerriano Santiago Soto por derecha y que finalizó con un remate en soledad de Olivero, por el andarivel opuesto. El local digirió rápido el golpe e intentó igualar el pleito.
Paraná hizo los méritos para inflar la red en la etapa inicial. El parante le negó el grito en dos ocasiones a Pablo Vercellino. Las manos del arquero misionero también le atragantaron el festejo a Benitez y Lencioni, cuando estos ganaron con facilidad en el juego aéreo.
Rosamonte fue efectivo y lastimó. Al Gato le faltó tiza en el toque final. Por eso el Yerbatero conservó la ventaja en los primeros 45 minutos.
Desde el banco. El complemento comenzó con la misma intensidad de la etapa inicial. El dueño de casa tenía la pelota pero le costaba ingresar en el cerrojo defensivo que propuso el conjunto misionero. Lo tuvo Alzugaray, pero el horizontal conspiró contra las aspiraciones del anfitrión.
Cervilla movió el banco y dispuso el ingreso de Chiavarini por Muñoz. Si bien sacrificó un punta con mayor movilidad, apostó por un jugador con pie más fino.
La paridad llegó a los 67’. Vercellino, que se había alejado de la pelota parada para capitalizar la segunda jugada, desbordó por izquierda y envió el centro que capitalizó Fernando Benítez. Tincho mostró su oficio para establecer el 1-1.
Rosamonte pudo recuperar la ventaja inmediatamente, pero Crusat se anticipó a Yegros Tejada. El uno salió jugando rápido en una ofensiva que llegó a los pies de Chiavarini. El santafesino definió con calidad sobre la humanidad del arquero misionero.
Chiavarini apareció nuevamente en escena a los 81 para redondear una maniobra colectiva de antología. Era gol de Vercellino, pero observó mejor posicionado al ex-Unión, quien se anotó por segunda vez en la noche. Sobre el final descontó Yebros Tejada, pero fue solamente para las estadísticas.
Paraná sacó adelante un inicio adverso. Aprobó en una lección de carácter.Para eso, nunca renunció a su libreto. Bebió de la copa más linda.
Otra vez For Ever
Chaco For Ever superó por segunda vez seguida a Sportivo Las Parejas. El Albinegro derrotó al Lobo, en calidad de visitante, por 2 a 1, en el encuentro que abrió la cuarta fecha de la segunda fase del Argentino B, Zona F. Maximiliano Bochietti puso en ventajas al dueño de casa; los del noroeste revirtieron el marcador con las conquistas de Roberto González y Hugo Serravalle.