La bajante histórica en el río Paraná asecha a las poblaciones de peces que lo habitan y, también, a la fauna en general de la región. El río hace un año que no tiene conexión hidrológica y aproximadamente cinco que la bajante no cesa. UNO dialogó con Luis Espínola, doctor en Ciencias Ambientales e investigador del Instituto Nacional de Limnología de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet acerca de los efectos de la bajante del río en las poblaciones de peces y en la fauna en general de la región.
Bajante del Paraná: el río lleva cinco años en descenso
Efectos de la bajante
"El río Paraná hace un año que no está en contacto con la planicie, no hay conexión hidrológica. Esto es malo para los huevos y larvas de las especies que habitan el río, principalmente las de interés comercial y miradoras, ya que no logran desarrollarse", detalló a UNO el Doctor Luis Espínola.
Desde la última creciente en 2016, el río viene en bajante hace aproximadamente 5 años. Debido a eso, los leves repuntes no fueron los necesarios para fomentar la reproducción dentro del río.
Generalmente, cuando hay menos movimiento de agua el río se estanca y aparecen "algas tóxicas".
Dinámica del río
"La dinámica del río y de los peces se adecuan a crecientes y bajantes. El principal problema es la duración de las bajantes. Lo que estamos viviendo hoy se verá con mayor frecuencia a lo largo de los años, por lo que se estudian medidas y planificaciones para que las próximas no tengan tanto impacto", comentó el investigador del Instituto Nacional de Limnología de la Universidad Nacional del Litoral.
"La dinámica del río y de los peces se adecuan a crecientes y bajantes. El principal problema es la duración de las bajantes"
"En base a eso, las planificaciones serán específicamente a los estudios de como afectan las bajantes de largo plazo al stock pesquero y la cantidad de peces que se sustraen durante ese período", finalizó Luis Espínola, Doctor en Ciencias Ambientales.