El ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, salió al cruce del comunicado emitido por la dirigencia de la Unión Cívica Radical (UCR), y refutó las críticas opositoras. “Aún no pidieron perdón, ni siquiera se disculparon luego de llevar a los argentinos al infierno en 2001”, cuestionó.
Báez: “La UCR vive una crisis existencial hace mucho tiempo”
El funcionario salió así al cruce de las expresiones de dirigentes radicales que indicaron que el gobierno de Sergio Urribarri “degrada las instituciones”. En esa línea, Báez propuso “tomarlo con ironía, ya que viene de un partido político con una crisis existencial desde hace mucho tiempo”.
Según el ministro de Cultura y Comunicación, fueron los radicales quienes “se encargaron de llevarnos al peor de los infiernos y todavía ni siquiera han pedido perdón públicamente”. Además, los comparó con “la Iglesia Católica, que realizó una autocrítica por su complicidad con la dictadura, y hasta algunos generales se arrepintieron públicamente por lo ocurrido durante el último proceso militar”.
Pedro Báez aseguró que “degradación institucional es lo que se está evaluando en el juicio que se le sigue a un ex presidente radical llamado Fernando de la Rúa, que pagó para que se sancione una ley que fue contra los trabajadores”.
“Nosotros dimos la lucha desde adentro del partido y llegamos al gobierno con Néstor Kirchner y pedimos disculpas y asumimos nuestros errores, sin beneficio de inventario. En cambio el radicalismo, pensando que la gente es estúpida y no tiene memoria, ni siquiera se ha hecho cargo de esa Alianza trágica que provocó la mayor crisis de la historia, que mandó a la pobreza y marginalidad a millones de argentinos”, disparó el funcionario provincial.
“A 10 años de aquel momento trágico, seguimos haciéndonos cargo de sus desastres, utilizando recursos para pagar deudas que dejaron sus políticas. Por eso sostengo que no tienen autoridad moral para hablar, y parece que tampoco tienen vergüenza”, insistió.
Para Báez, el documento de la conducción partidaria radical “es tan mentiroso que ni siquiera reconoce el período de transformaciones que experimentó Entre Ríos en los últimos años, protagonizando un proyecto nacional que cambió la infraestructura del país y de nuestra provincia para siempre. El 57% de entrerrianos que votó a Sergio Urribarri es la mejor prueba de lo que digo”.
Por último, el ministro de Cultura y Comunicación recomendó a la dirigencia radical “salir del comité, caminar más la calle, escuchar a la gente, nutrirse un poco de pueblo y leer a ese gran pensador de origen radical que fue Moisés Lebhenson, que sostenía que sí el partido quería continuar existiendo sus hombres debían tener doctrina para que los entiendan y conducta para que les crean. Esta dirigencia entrerriana está muy lejos de cumplir con los dos requisitos”, finalizó.
Por su parte, el intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, enfatizó que “la falta de tino y ubicuidad política del radicalismo es pertinaz e inconducente, en efecto cada vez que se expresan lo hacen con una agresividad inusitada permanentemente carecen de opciones y propuestas superadoras”.
“Hablar de respeto a las instituciones y abandonar antes de tiempo los dos gobiernos que protagonizaron a nivel nacional en el pasado reciente, o hablar de decencia y tener en juicio oral a su último presidente constitucional acusado de coimero”, remarcó el jefe comunal.
Luego dijo que “la tendencia decadente de la provincia cesó con la llegada al gobierno de Urribarri, los entrerrianos lo vieron claramente y ratificaron su conducción”.
Lo central de la crítica del radicalismo
“Por la democracia social, contra el populismo conservador”, se titula el documento que emitió el Comité Provincial de la UCR y que está firmado por el presidente del centenario partido, José Artusi, y por el secretario, Mariano Monfort.
“Reivindicamos nuestra pertenencia a un partido nacional, popular, federal, progresista y reformista, y nuestra voluntad de presentar a la sociedad entrerriana una alternativa superadora frente a un oficialismo que degrada las instituciones y corroe la esencia del sistema representativo, a la vez que dilapida sistemáticamente las oportunidades de desarrollo económico y social que se nos han venido presentando en los últimos años”, señalaron luego.
La situación “se ha venido agravando por otra parte la crisis del federalismo fiscal, con un poder central que se apodera ilegítima y abusivamente de recursos que no le pertenecen, en desmedro de provincias y municipios (...) En este contexto nuestra provincia se ha visto reiteradamente perjudicada y discriminada en detrimento de otras, por ejemplo en la asignación de fondos de los programas federales de vivienda”, enfatizaron.
En el concierto de la Región Centro, Entre Ríos tiene “el lamentable mérito de ser la única provincia que no expresa de ninguna manera reclamos frente al Poder Ejecutivo Nacional, como se puede advertir, entre otros ítems en la falta de acciones para procurar que recuperemos el 15% de la masa coparticipable que se gira a la Anses, cuyo superávit se utiliza para cualquier cosa menos para garantizar el pago del 82% móvil a los jubilados”, dijeron.
Aparato perverso
Luego indicaron que el gobierno de Urribarri “utiliza el poder para nombrar y defender jueces amigos, y para poner en marcha un perverso aparato de propaganda con el que se condiciona a los medios de comunicación y a los periodistas”.
“Este gobierno provincial puede bien caracterizarse como un régimen populista conservador, que se disfraza con una burda máscara de falso progresismo. Al populismo conservador solo le interesa mantener el poder, pero no procura en realidad remover las raíces profundas de nuestro atraso y subdesarrollo”, indicaron radicales. “No busca eliminar de manera estructural las causas de la miseria y la indigencia, pues encuentra allí el caldo de cultivo para el clientelismo y la utilización espúrea de las necesidades de los desposeídos”, agregaron.
“Los radicales entrerrianos asumimos el enorme desafío de reencontrarnos con nuestros valores y principios para enfrentar al oficialismo, para desnudar sus falacias y sus contradicciones y para construir de cara al futuro una nueva mayoría que ponga en marcha un proyecto progresista, al servicio de una Entre Ríos más democrática, justa, integrada, y solidaria”.