En la calurosa tarde del jueves, cuando la térmica superó los 35 grados en Paraná, avenida Ramírez era un infierno y para completar la escena, en la puerta de la escuela Don Bosco, dejaron un baño químico sin ningún tipo de señalización.
Avenida Ramírez: se olvidaron un baño químico
Esta semana obreros de la construcción estuvieron trabajando en el cantero central y los vecinos de la arteria, que cruza la ciudad, creen que el baño pertenece al obrador. Un par de días antes sorprendió la desprolijidad con que ubicaron unos fierros sobre el asfalto. Hoy el equipamiento móvil quedó sobre la calle a metros de la parada de colectivos. En la foto se observa a un cartonero que frena el carrito esperando por sus compañeros que revisaban los contenedores frente al cubículo blanco.
Desde la salida de la cuarentena más estricta, Ramírez es una de las avenidas en donde se observan miles de ciclistas que circular en ambas manos. Trabajadores y deportistas se sumaron pedaleando al tránsito vehicular que aprovecha los semáforos sincronizados para acelerar. Ramírez se volvió más peligrosa que nunca y esta semana comenzaron a circular los micros de media y larga distancia que entran y salen a la terminal.
Avenida Ramírez
En la avenida, desde Cinco Esquinas hasta avenida Laurencena -zona Norte- vienen realizando trabajos de recambio de lozas, sellado de fisuras y reparación de badenes de ingreso a la arteria. Dentro del desarrollo de la obra están contempladas, además, reparaciones menores de caños de agua y cloaca que pueden presentarse durante los trabajos.
La segunda etapa, abarca el pintado de columnas de iluminación, arreglos del cantero central y la demarcación de la avenida. En las 20 cuadras de Ramírez, desde Cinco Esquinas hasta avenida Laurencena la Municipalidad de Paraná anunció que se invertirán 23 millones de pesos. La obra fue licitada y ganó la empresa Norvial.