Los primeros minutos fueron parejos, Argentina mostró buena defensa y causó muchos errores en los brasileños, pero no tuvo gran efectividad en ataque. De hecho, los dirigidos por Maximiliano Seigorman cerraron el primer parcial con apenas 12.5% de efectividad en tiros de campo. Lo de Brasil no fue mucho mejor (25%) y por eso el equipo albiceleste, sin hacer demasiado en el costado ofensivo, se fue al primer descanso arriba por la minina (12-11).
Con la intensidad defensiva como principal característica en ambos bandos, el segundo cuarto siguió en la misma tónica que el primero y recién tras más de 4 minutos, Argentina logró marcar la primera diferencia sensible (17-11). Sin embargo, tras un tiempo muerto, Brasil reaccionó notablemente y metió un parcial de 13-3 que le permitió pasar al frente 24-20. Los chicos argentinos se acomodaron a tiempo, cortaron la sequía con un triple de Lema y cerraron bien la primera mitad para llevarse la ventaja (25-24) al entretiempo.
Gracias a su gran efectividad en tiros libres, Argentina pudo sostenerse en juego pese a no anotar ni un tiro de campo en más de 5 minutos. Brasil, por su parte, tampoco supo aprovechar la sequía albiceleste y el juego continuaba sumamente igualado (34-34 con 4m33s restantes en el tercer cuarto). No obstante, con enorme producción de Michael Uchendu, los cariocas torcieron la resistencia de Argentina y se escaparon sobre el cierre del tercer periodo (42-34).
Un triple de Solanas abrió el último cuarto y pareció ser todo un signo positivo para una Argentina con serios problemas para anotar. De todas maneras, los pibes argentinos continuaron sin claridad en ataque. Con corazón y entrega, el conjunto albiceleste limó la diferencia y se puso en juego. En el desenlace, Argentina tuvo varias chances de empatar y hasta pasar al frente. Lamentablemente, como toda la noche, la pelota no quiso entrar y Brasil se quedó con la victoria 54-51.