Esta realidad no solo se pone de manifiesto en que el inglés es el idioma internacional por excelencia: el de los negocios y el que más utilizamos al viajar. También se pone de manifiesto en el día a día, cuando los hablantes incorporamos de forma natural los denominados anglicismos.
Anglicismos en la vida cotidiana: cómo el idioma de Shakespeare se ha infiltrado en el español
El inglés se ha convertido en la lengua global. Una realidad que está influyendo en otros idiomas como el español.
Algo que no debe sorprender teniendo en cuenta el número de hablantes de cada idioma. Según datos del Instituto Cervantes, en 2022 había 496 millones de hablantes nativos de español y 595 millones de personas que hablaban inglés como primera o segunda lengua. Una realidad lingüística que se refleja en la demanda de aprendizaje del inglés, con un auge notable en las clases de inglés virtuales, que no ha dejado de crecer en las últimas décadas.
Ya sea para mejorar profesionalmente o para enriquecerse uno mismo, el inglés es un idioma que, de un modo u otro, con el que hay que saber comunicarse y manejarse. De este modo, además, estaremos también preparados para detectar esas infiltraciones que el inglés protagoniza en el español, un fenómeno fascinante que revela cómo los idiomas evolucionan y se adaptan en la era de la globalización.
¿Qué son los anglicismos?
Para quien no lo sepa, los anglicismos son palabras, frases o expresiones de origen inglés que se incorporan de forma natural al español hablado. Estos “préstamos lingüísticos” abarcan diversos ámbitos de nuestra vida cotidiana, desde la tecnología hasta las relaciones sociales.
En Argentina, como en el resto de países de habla castellana, es común escuchar términos como "smartphone", "software" o "wifi" en conversaciones sobre tecnología. En el ámbito laboral, palabras como "manager" o "feedback" son también de uso tan frecuente que prácticamente han desbancado a “gerente” o “reacción-comentarios”.
Estas palabras del idioma de Shakespeare han llegado para quedarse. Expresiones como "shopping", "selfie" u "ok" forman parte del vocabulario habitual de muchos argentinos. Incluso modismos y frases hechas en inglés, como "no problem", "keep calm" o "follow me", se han vuelto populares en prácticamente cualquier contexto social. Y qué decir de la llegada de términos como “bullying”.
Del mismo modo que se utilizan estos anglicismos, también es verdad que algunos de ellos se han visto "hispanizados", adaptándose a la estructura del español. Verbos como "chatear" (derivado de "chat") o "googlear" (de "Google") son ejemplos de esta “transición”.
Causas de la proliferación de los anglicismos
Los anglicismos no son algo nuevo. La globalización y el liderazgo del inglés como idioma internacional son las principales causas de la proliferación de anglicismos. La industria del entretenimiento, la tecnología y los negocios internacionales, dominados en gran medida por países angloparlantes, se han convertido a su vez en los vehículos para la difusión de términos en inglés.
Los medios de comunicación y las redes sociales también están jugando un papel crucial en este fenómeno. Plataformas como X, Instagram o TikTok introducen constantemente nuevos términos en inglés que rápidamente se popularizan entre los usuarios hispanohablantes.
Además, existe un cierto prestigio social asociado al uso de términos en inglés. En algunos círculos, sobre todo en el ámbito laboral, emplear anglicismos se percibe como una señal de modernidad, educación o estatus social elevado. Esta percepción impulsa aún más la adopción de palabras y expresiones en inglés en el habla cotidiana.
¿Son buenos o son malos los anglicismos?
La incorporación de anglicismos al español tiene tanto aspectos positivos como negativos. Por un lado, enriquece el vocabulario y permite expresar nuevos conceptos, especialmente en campos como la tecnología o la ciencia. No hay que olvidar que el inglés es el idioma de innovación. Por ello, el uso de palabras anglosajones son la solución para nombrar de forma concisa y precisa algunos aspectos o para expresar ideas.
Por el lado contrario, el uso excesivo de anglicismos también genera preocupación entre los defensores del idioma español. Instituciones como la Real Academia Española trabajan constantemente para proponer alternativas en español a los anglicismos más comunes, en un esfuerzo por preservar la riqueza y autonomía del idioma.
Debido a ello y para evitar malos usos o comprensiones, el aprendizaje del inglés es crucial en nuestra sociedad. Y no solo para la comunicación internacional, sino también para comprender y utilizar adecuadamente los anglicismos que se han infiltrado en el español. Para aprender, las clases de inglés virtuales se han convertido en una magnífica opción al facilitar el aprendizaje del inglés de una forma accesible y flexible.
La infiltración del inglés en el español es un fenómeno inevitable en la era de la globalización. Sin embargo, hay que intentar evitar ver este proceso como una amenaza y tratar de verlo como un reflejo de la vitalidad y adaptabilidad del español. No obstante, siempre hay que tener presente la importancia de encontrar un equilibrio entre la adopción de anglicismos útiles y la preservación de la riqueza y diversidad del español.