Durante la jornada de este miércoles, varias zonas de la capital provincial sufrieron inconvenientes en el suministro de agua potable: en algunos casos hubo faltante y en otras baja presión. El motivo oficial fue el mal funcionamiento de las bombas succionadoras en la Toma Nueva, que extraen el agua cruda del río Paraná para ser potabilizada en la planta de calle Rondeau y Echeverría.
Abrupta bajante del río afecta la toma de agua para potabilizar
Desde la Subsecretaría de Saneamiento se efectuaron ayer los trabajos pertinentes para resolver los inconvenientes, y al mismo tiempo se informó que desde el lunes se encara el refulado del terreno, de modo de profundizar la zona de alimentación. Al respecto, se indicó que se aguarda la constatación de buzos tácticos para verificar los extremos de las bombas donde se pueden acumular objetos extraños, camalotes u otros elementos que impidan el funcionamiento.
Precisamente, el río Paraná ha experimentado una bajante abrupta en poco más de dos meses. Ayer, frente al Puerto Nuevo, registró una altura de 2,11 metros, y hace dos meses (el 19 de junio), había alcanzado una altura de 4,58 metros de altura.
Según el Instituto Nacional del Agua (INA) la tendencia de bajante se agudizará en los próximos días. Para el 3 de septiembre se estima que el río sobre la costa de la capital provincial medirá 1,86 metros.
En toda su cuenca, los caudales de agua se encuentran en niveles inferiores a lo normal. En el caso del tramo del río Paraná en territorio argentino está en descenso; en el Litoral se mantendría también el mismo esquema de lluvias deficitarias en los próximos días, como ha sucedido en las últimas semanas.