Diario UNO y Ovación acompañaron a Gimnasia de Concepción del Uruguay en aquellas jornadas gloriosas del club en la Primera B Nacional, cuando el siglo XX comenzaba a dejarle paso al actual. El Lobo marcaba el camino del fútbol entrerriano y nuestro diario lo reflejaba en sus páginas, con orgullo de pertenencia. Las victorias (y las derrotas) ante los grandes de la segunda categoría del fútbol argentino supieron ser tapa de Ovación. Y las Promociones disputadas ante Unión de Santa Fe y Arsenal destacaron por sus coberturas, hoy testigos en papel amarillento.
Un grande por el suelo
Por Gerardo Iglesias
21 de marzo 2018 · 12:41hs
Pasaron los años, el nuevo siglo fue sumando años y en ese andar, Gimnasia inició una debacle futbolística e institucional (acentuada por la económica) que lo llevó a perder la categoría. Para no volver más. Hasta hoy.
Hoy, la realidad del club de Concepción es muy distinta. Se mantiene el apoyo de UNO y de sus hinchas. Pero el club sigue cayendo año tras año. Con problemas de papeleo a la hora de respaldar su personería jurídica (algo que se encaminó nuevamente), perdiendo prestigio dentro de la cancha, ese que supo ganar desde comienzo de los 90 hasta el primer lustro del actual siglo.
Hace ya 13 años que su caminar es erróneo, lento, con ciertos atisbos de recuperación que van cerrándose por urgencias incomprensibles, elecciones equivocadas y falta del famoso proyecto a largo plazo. Dejó en el olvido aquello que lo llevó a los primeros planos del fútbol argentino. Potenciar sus inferiores, recorrer la zona para observar jugadores, respaldarlos. Cerrar acuerdos con cuerpos técnicos y respetarlos, marcándoles las pautas de lo que es y debe sentirse por esa camiseta y por esa tradición. Desde su descenso, 15 años, han pasado casi 10 técnicos. Una cuenta rápida da uno cada un año y meses. Poco para sacar conclusiones, mucho para demostrar equivocaciones. A esto se suma la falta de talentos surgidos de su, histórico, semillero. El último jugador con calidad (y desperdiciado) fue Mauro Quiroga, hoy en el fútbol chileno.
Datos, nombres, cuestiones, a tener en cuenta una vez que termine este torneo, donde el equipo es un alma en pena, que buscará tres puntos para lograr permanecer. El domingo, en su estadio, recibe a Depro ya salvado. Un rival que sigue los pasos del Gimnasia que fue grande. Humildad, bajo perfil, cuerpo técnico estable, jugadores de la zona y refuerzos que rinden. Con el plus de tener como técnico a un hijo dilecto del Lobo, como es Hernán Orcellet.
El domingo, además de buscar la permanencia, Gimnasia tendrá frente a sí un espejo que le devolverá lo que fue hace un cuarto de siglo. Hoy pena por quedarse, pero su historia lo empuja a recuperarse. Deberá regresar a sus fuentes, mirar para adentro, reconstruirse desde abajo y tener paciencia. Su semillero sigue siendo rico, hay varios juveniles que piden cancha en el torneo grande. Pero debe ir de a poco, llevarlos junto a los grandes, cuidarlos de las urgencias del hincha y de nosotros, los periodistas, también con grado de culpa por impacientes y exigentes. Los juveniles, los gurises del club, han padecido y pagado muchos de ellos los desaciertos dirigenciales y de los otros. Hoy hay que cuidarlos más que nunca, porque ellos serán los que pondrán al club otra vez en los primeros planos.
El domingo será su partido más importante en esta segunda década que está a punto de culminar. Debe ganar para mantenerse en el Federal A. Una vez logrado esto, tendrá un par de meses para planificar bien, elegir un plantel acorde a su economía, promocionar sus jugadores que llegan de abajo y aprovechar la experiencia de los referentes.
Respetar y potenciar el trabajo de una gran cantidad de gente que día a día colabora en el club, limpiando, manteniendo las canchas, levantando vestuarios y baños para las inferiores a puro pulmón. Con ellos y entre todos, debe salir de esta. Será el comienzo de un largo camino. Pero, seguramente, lo llevará por la senda que siempre supo pisar con firmeza, siendo protagonista y referente del fútbol entrerriano en cualquiera césped del fútbol del interior del país.