Estalló en las redes sociales el desafío del #10yearschallenge que proponía publicar una foto tomada diez años atrás y a su lado otra actual. Fue un éxito, Facebook, Instagram y Twitter se poblaron de imágenes que aceptaban el reto, inclusive los famosos de sumaron a la tendencia.
Qué hay detrás del 10 Years Challenge
Desde ayer las redes sociales se inundaron de combos de fotografías de usuarios que comparan cómo estaban diez años atrás y ahora. La pregunta es quién promovió la movida y con qué fines.
Por Ricardo Luque
16 de enero 2019 · 13:18hs
Pasado el tsunami, aparecieron las teorías que intentan explicar los motivos secretos que encierra este juego en apariencia inofensivo. Los portales especializados en tecnología fueron los primeros en analizar y lanzar una advertencia sobre esta moda que entusiasmó a propios y ajenos.
Antes que nada procuraron llevar tranquilidad a los usuarios de las redes sociales asegurándole que, al menos en principio, el #10yearschallenge no oculta una engaño orientado a extraer datos sensibles de las cuentas que puedan ser utilizada para extraer para estafas bancarias o tarjetas de créditos.
Advirtieron, no obstante, que este tipo de juegos virales en su gran mayoría son diseñados por empresas que buscan recopilar información para definir con mayor precisión los perfiles de los usuarios de las redes sociales para usarlos en campañas publicitarias o de propaganda política.
En este aso, teniendo en cuenta que lo que se propone es publicar fotografías de dos momentos históricos distintos, el objetivo sería entrenar el potente algoritmo de reconocimiento facial con el que cuenta Facebook y que sirve para identificar a los usuarios, aún sin que sean etiquetados.
¿Cómo funciona? Cada vez que se etiqueta (identifica) a una persona en una fotografía en Facebook se brinda información que "entrena" al algoritmo de identificación facial. ¿Par qué? No solo para mejorar la experiencia del usuario sino también para aumentar los ingresos en publicidad personalizada.
El desafío que se hizo viral ayer y que no para de sumar imágenes con el correr de las horas lo que hace es darle a esta funcionalidad una más amplia dimensión temporal. Es decir, lo prepara para que procese los cambios que se dan en la apariencia de una persona a medida que pasa el tiempo.
Según explica la experta en tecnologías Kate O'Neil en la revista Wired, lo que se hace con el 10 Years Challenge es generar información clave y organizada -al añadirle el hashtag- par que la función de "machine learning" del algoritmo le permita aprender el patrón del envejecimiento.
Asimismo, O'Neil señala que "un algoritmo entrenado para reconocer el envejecimiento de los usuarios, con fotografías, puede ayudar a encontrar personas perdidas después de un tiempo, pero también puede ayudar a la comercialización de publicidad aún más y mejor segmentada".
No es para preocuparse -o quizás sí-, la actividad en redes sociales y en Internet en general siempre es monitoreada, por un motivo o por otro. En este caso podría pensarse porqué inquietarse si las fotos que se usaron ya estaban ahí, sí, es así, pero no estaban organizadas de esta manera.
Lo único que hizo fue facilitarle la tarea a los algoritmos, se les permitió ganar tiempo para saber más sobre el pasado de sus usuarios, algo que para, por ejemplo, las compañías aseguradoras y las prepagas es una información vital, para orientar sus campañas y evaluar a sus clientes.
Está claro que no se trata de teorías conspirativas, esas que alimentaron fantasías de ciencia ficción como las de "Matrix", sino del cotidiano de la web. Así funcionan las cosas en el planeta digital, es bueno saberlo, y después relajarse y gozar. No queda otra.
Fuente: La Capital