Lisandra Dittler y el placer por ejercer el periodismo
Por Miguel Zuttión
—¿Por qué te inclinaste por el periodismo?
—Mi inclinación por el periodismo comenzó más bien por mi gusto por la radio. La denominada "magia" que tiene y esa conexión particular con el oyente hicieron que siempre tenga un cierta preferencia por este medio de comunicación. Siempre participé en la lecturas de los actos escolares, no me costaba y me gustaba hacerlo. En una clase de 5° de la secundaria le dije a una profesora que quería comenzar algo vinculado con la radio y fue ahí que emprendí el camino y me inscribí en la Licenciatura de Comunicación Social. El placer por el ejercicio del periodismo se fue dando más bien en la experiencia diaria y laboral. Creo que igualmente con eso se nace, esa curiosidad innata que nadie te la puede enseñar.
—¿Cuáles son tus referentes dentro de esta profesión?
—No tengo un referente particular, de cada colega o profesional rescato algo. Si es bueno, lo incorporo y si es malo trato de no imitarlo.
—¿Dónde te sentís más cómoda? En la televisión o en la radio.
—Uff, me lo pregunto a mi misma cada tanto. Pero no puedo elegir por uno o por otro porque son medios distintos y cada uno tiene sus encantos. Si bien mi primer acercamiento a la comunicación fue por la radio, la televisión te permite generar otro tipo de conexión con el que te está mirando y eso lo disfruto mucho.
—¿Incursionarías en la gráfica?
—La gráfica es donde menos me siento identificada. Tuve alguna que otra experiencia pero no es lo que más prefiero. Si tengo que elegir prefiero decir las cosas y no escribirlas (risas).
—¿Qué tipo de programas te gustaría hacer?
—Me gustaría hacer un programa de entrevistas, no solo informativas sino también buscando el lado personal y humano del entrevistado. Me siento muy cómoda haciendo ese formato, me relajo y trato de sentir como si estaría en el living de mi casa.
—¿Cómo te ves dentro de algunos años?
—Me veo un poco más grande (risa). Pero creo que con algunos aprendizajes más dentro de la experiencia laboral. Si bien tengo objetivos personales trato de disfrutar el día a día y no generar expectativas en mí a largo plazo. Dejo que la diversidad de personas e historias que te da esta profesión me sorprenda todos los días y casi siempre lo logra.
—¿Cuáles el secreto de un buen cronista?
—Que sea curioso, que genere un vínculo con el entrevistado y que le hable a la gente como si le estuviera hablando a alguien de su casa. Que le cuente la noticia como una historia, un cuento pero real.
—¿Cómo es tu día?
—Me levanto a las 5, desayuno, repaso los diarios y portales digitales y me voy a la radio. Trabajo en un programa informativo de 6 a 8 de la mañana que se emite por FM Corazón 104.1. Después ya directamente me voy a Canal 9 Litoral y ahí me predispongo para salir a la calle. Durante la mañana hago móviles en vivo para el Magazine del canal, Arriba Entre Ríos y luego notas y móviles para el noticiero del Mediodía, Telediario. Algunas veces me toca estar del lado de la conducción pero la mayoría estoy en exteriores.
—¿La televisión te expone para bien o para mal?
—¿Para ambas? Creo que cuando uno empieza a frecuentar la pantalla y sale en televisión está expuesto y eso genera que te tengas que tomar un cierto compromiso en lo que decís pero también en lo que haces. De todos modos, el saludo de la gente que te dice que te ve por la tele o el poder ayudar desde la masividad del medio es súper gratificante.
—Sentís que las mujeres se han ganado en espacio en la tele...
—Sí, sin dudas. No solo de aquellas que están en pantalla sino que también muchas mujeres están ocupando cargos o funciones que componen, por ejemplo, la estructura televisiva. Celebro que así sea. Igualmente considero que todavía resta mejorar o trabajar en algunos sectores que muchas veces proclaman una cosa pero que en la práctica no lo implementan. Lo que uno piense, defienda y diga tiene que ir de la mano de las acciones realizadas en los diferentes ámbitos o aspectos de la vida, sino no tiene sentido.
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