La intersección de opresiones explica mejor nuestras deudas

Opresiones. Cuando la desocupación y el trabajo precario golpean las puertas, vale mirar ese flagelo en su contexto, con otras formas de discriminación.
19 de diciembre 2020 · 21:28hs

La intersección de opresiones explica mejor nuestras deudas. Uno de los principios más firmes contra la uniformidad occidental moderna es la revolución federal que tiene como meta casi exclusiva la soberanía particular de los pueblos. Eso involucra la autonomía para darnos las formas de organización, de manera que las comunidades puedan alimentarse, desplegar sus talentos, trabajar.

El trabajo no siempre ha sido un tormento. El trabajo comunitario es celebrado en nuestras comunidades, tiene algo de juego, de encuentro, de amor.

Cuando la desocupación se impone, y lo dicen las estadísticas pero más se ve en la calle; cuando las chicas y los muchachos no encuentran qué hacer para formar una familia y vivir, sencillamente, conviene observar ese fenómeno moderno junto a otros problemas de nuestra comunidad que potencian la incertidumbre y la pesadumbre, al punto de la separación, la tristeza, la violencia, la muerte.

Feminismo decolonial

Autonomía, modos de conocer y de organizarse y de vivir sin recetas de afuera, o con algunas recetas de afuera, claro, pero no uniformados. Eso se desprende de la soberanía particular de los pueblos por la que entregaron la vida tantos federales, encabezados por José Artigas. Revolución inconclusa.

Eso sirve como base para muchos debates de hoy. El feminismo tiene manifestaciones distintas, y algunas de ellas cuestionan el feminismo occidental que imparte recetas para todas y todos, como si fuera un patriarcado con cara de mujer.

La revolución federal va en sintonía, en cambio, con la mirada decolonial de un feminismo con cuna en el Abya yala, que no descuida aspectos de la opresión de unos pueblos sobre otros, de unas clases sobre otras, y se da de patadas con el neoliberalismo planificado para todas y todos, y también con doctrinas llamadas de izquierda que copian remedios para pecar de etnocentrismo, eurocentrismo, y soberbia en suma.

Los partidos, como las religiones, no se acercan (en general) a los pueblos originarios y comunidades campesinas y barriales para escuchar y aprender, se acercan para bajar línea, dar consejo, y “salvar” a los oprimidos en el mejor de los casos, imponiéndoles sus dioses, sus creencias, sus recetas.

La sinergia

Vamos a recordar de entrada algo muy elemental, como ejemplo de intersección, para ver cómo se potencian los males como pueden potenciarse también las formas de superarlos, en un caldo propio, regional: si tomamos un conjunto de bananas, uno de peras, uno de duraznos, uno de manzanas, y organizamos cada grupo de frutas en círculos, podremos ver que se entrecruzan y en el medio queda un conjunto que reúne a todas y se llama así: frutas. Todas son distintas, pero la intersección es eso: el conjunto de elementos que son comunes a varios conjuntos.

Ahora tomemos a una persona que es afroamericana, mujer, y también es indigente, lesbiana y vive en un barrio marginal del Paraguay: ahí nos encontraremos con una intersección de seis motivos de discriminación negativa por color de piel, sexo, clase social, elección sexual, hábitat y país.

La intersección no suma seis porque las discriminaciones negativas se potencian, cada cual vale más al lado de la otra, y viceversa. Estas seis que elegimos de ejemplo constituyen un cóctel explosivo. Parece que no pasa nada, pero los prejuicios le cargarán a esa persona un peso insoportable.

Eso nos muestra el feminismo decolonial, y hoy lo traemos a cuento para hablar de la desocupación expuesta o encubierta que padecen tantas mujeres y hombres, un problema crónico que se pone más intenso en crisis como la actual.

Es decir: el desempleo no llega a una familia uniforme, no es un problema único a enfrentar, o transitorio, sino que potencia otras discriminaciones negativas crónicas, las revive y tensa las relaciones.

Ah, si fuera rubia

Para el pensamiento predominante occidental moderno eurocentrado, esa persona que decíamos la pasaría mejor si en vez de ser afroamericana fuera rubia, si en vez de ser mujer fuera varón, si en vez de ser indigente fuera un profesional, si en vez de ser lesbiana fuera heterosexual, si en vez de vivir en un barrio o en una zona campesina viviera en el centro de una ciudad capital, y si en vez de vivir en Paraguay viviera en Holanda.

El feminismo decolonial facilita esta lectura integral, se desmarca de la tendencia a la fragmentación; ve el conjunto, la interrelación de las distintas opresiones. Entrar en esa lógica contestataria es más fácil si se advierte que vivimos dentro de esquemas coloniales en la organización social, en los gustos, y en las jerarquías implantadas en el conocimiento para hacer que siempre reclamemos la presencia de un especialista, aunque ese especialista sea un verdadero ignorante del conjunto.

No, el feminismo decolonial no participa de compartimentos estancos ni menosprecia la sinergia de las marcas de racismo puestas juntas en una sola persona o un solo grupo. En esta época, fogoneadas por la desocupación que en muchos casos se convierte en desarraigo, destierro, y a veces en muerte.

Colonialidad

Los argentinos padecemos como pocos en el mundo el colonialismo porque tenemos una gran parte del territorio tomado por una potencia colonial como es Gran Bretaña en el Atlántico Sur. Y a eso le sumamos un flagelo que compartimos con muchos países, la colonialidad, es decir: la continuidad del colonialismo por otras vías. Somos un país endeudado, por caso, con alta intervención de multinacionales en nuestra economía, con gran parte de la banca en manos privadas, y una sociedad pendiente del consumismo y de la ganancia, todos aspectos de la colonialidad. Además, padecemos una educación colonial, en celdas separadas, y alejada del resto de la naturaleza y eso es modernidad colonial; como encaja perfecto con la modernidad colonial el patriarcado.

Para la modernidad, el ser humano progresa en tanto se aleja de la naturaleza. Esa es una aberración conceptual pero se ha impuesto, de modo que los beneficiarios de esa idea se las creen, naturalizan ese absurdo, y en el mejor de los casos quieren “salvar” al resto. Eso denuncia y con razón el feminismo decolonial. Y su aspiración coincide con la mirada de pueblos originarios que dicen tekó porá, vivir bien y bello, en la biodiversidad, no lejos, no por encima.

ordeñe
La intersección de opresiones explica mejor nuestras deudas 

La intersección de opresiones explica mejor nuestras deudas

Los estados, y en especial el Estado argentino, no son parte de la solución sino del problema. Desde hace años, las injusticias de las estructuras económicas han llevado a los gobiernos a intentar emparchar con subsidios, y lo que debía ser transitorio está siendo permanente. Por ejemplo: en vez de facilitar a una familia el acceso a un pedazo de tierra para que cultive sus alimentos, facilitan la concentración y la economía “de escala” para luego tomar de allí impuestos y subsidiar a los desocupados… Así, los políticos se convierten en intermediarios, en paternalistas, y se las creen. Los que han creado el problema se inventan un rol para permanecer en el poder y recibir aplausos.

Artigas tiene razón

La revolución federal tuvo una primera gran batalla autonomista a pocos metros de Paraná, junto al arroyo Espinillo. El principio y objetivo fundamental de este movimiento es la soberanía particular de los pueblos. La modernidad es lo contrario, su objetivo es la uniformidad. Y la política de subsidios es eso, uniformidad, amontonamiento, masa en vez de comunidad.

La soberanía particular de los pueblos respeta modos de conocer diversos, oficios diversos, relaciones diversas, tradiciones diversas, alimentos diversos. Occidente moderno, en cambio, establece categorías propias y las extiende a todo el mundo bajo amenaza de muerte. El que no las acepta queda bajo la línea de lo humano, dicen los sociólogos, las sociólogas, y puede ser explotado, esclavizado o asesinado, y en el mejor de los casos “salvado” con subsidios. Para el occidente moderno eurocéntrico, todo lo que no sea eso estará un escalón abajo o en el abismo.

Lo que estamos diciendo surge de pensamientos de nuestros pueblos comunitarios antiguos y vigentes, y ha sido desarrollado también por personas que valoran modos de conocer distintos de los de occidente y por eso han logrado zafar del brete en que nos colocó Europa con un relato hecho a su medida, y por eso mentiroso de pies a cabeza.

Con el genocidio provocado en el Abya yala para dejar en manos de banqueros europeos las riquezas de este continente y sujetar los pueblos sobrevivientes a sus intereses; y con la esclavización de los africanos también en el Abya yala, Europa se hizo Europa y se consideró superior. Vio que los de “afuera” eran de color, entonces se llamó blanca y puso en dudas la humanidad del resto. Ese relato no ha sido superado aún, los civilizados aún se las creen, aún persiste la teoría de la barbarie.

Civilización y barbarie

En la Argentina, todos los ataques raciales desde el Estado, que sucedieron a los ataques del colonialismo europeo, fueron engendrados en la heredera de la colonia: Buenos Aires. Y los autores intelectuales o ejecutores eran porteños o aporteñados, partidarios de la “civilización” blanca y citadina en contra de la “barbarie” de color y campesina o barrial.

La expresión más notable y acabada de la modernidad occidental eurocentrada y racista en la Argentina es el Estado en todas sus manifestaciones (principalmente estado-nación y provincias). Cuando no arregla con el gran capital mediante sobornos mutuos, el Estado se convierte en intermediario, como decíamos, para “salvar” a sus propias víctimas con subsidios varios que crean y recrean una casta intermediaria atornillada en el poder, que se inventa el derecho de representar al resto y que adjudicó a los partidos el derecho exclusivo y excluyente de representación política.

Además impone una educación eurocentrada occidental en todos los niveles, dividida en disciplinas, y bien alejada del entorno. Las manifestaciones del entorno sufren en general de atopía en las aulas, de no lugar, se sienten incómodas. Allí no entra el río, no entran los peces, no entran los aromas del monte, ni los trinos, ni entran los oficios de la vecindad ni entran las migraciones humanas de cada región: uniformidad y categorías verticales, para que la “barbarie” sea “salvada” mediante la “civilización”. Todo un relato que lleva siglos y perdura, con el acompañamiento de organizaciones que son propias también de la modernidad: partidos vaciados, burocracia sindical, corporaciones, colegios de profesionales de alta arrogancia, medios masivos de comunicación…

Es el Estado el que protege con las armas la acumulación de bienes, el que entrega el manejo del dinero a particulares; es el Estado el que amontona a las familias en lugares reducidos mientras garantiza a unos pocos la propiedad absoluta de la tierra en espacios de hasta un millón de hectáreas, una cachetada a la vida comunitaria, a la justicia, a la subsistencia misma de las familias, a todas nuestras más nobles tradiciones que hablan de Pachamama, de armonía de la comunidad junto al resto de las manifestaciones de vida.

Y es el Estado el que responde tarde y mal ante los femicidios, sólo con amenazas, con barullo, y sin un plan que permita a las comunidades conversar los problemas, recuperar a las personas empujadas a la violencia y la intolerancia, volver la mirada al entorno.

Por derecha y por izquierda se menosprecia el tekó porá, la vida serena; en el mejor de los casos se toma ese sistema de equilibrio y reciprocidad como una nota de color. Pero ya decía Bartomeu Meliá que la reciprocidad, un modo antiguo y vigente en nuestros pueblos, es la memoria del futuro, y es un remedio implacable contra los desvíos modernos. Compartir, que lo demás se dará por añadidura. Cosa difícil en un sistema que paga 800.000 pesos mensuales a un funcionario estatal mientras un jubilado cobra 20.000 pesos y dos de cada tres niños viven bajo la línea de pobreza; un Estado que declama justicia y no la practica en casa.

encofrado

Reciprocidad

La intersección de opresiones muestra nuestras deudas multiplicadas, deudas con nosotros mismos. Ser consciente de la intersección es un llamado al giro decolonial. Y el camino emancipador se ve más claro si vamos por la intersección de saberes y modos: soberanía particular de los pueblos, pensamiento decolonial, feminismo decolonial contra el patriarcado, armonía en la naturaleza, complementariedad, cuidado del entorno, apertura a relaciones de reciprocidad y cooperación, diálogo, consenso, resistencia a las invasiones, cultivo de las artes, relectura de la historia, comunitarismo, bajo el criterio antiguo y vigente que se sintetiza en la expresión “naide más que naide”.

La desocupación es una clave del capitalismo: una fila de desocupados baja las expectativas de los obreros. Es cierto. Pero en nuestra región litoral la desocupación ha dado un salto cualitativo, se ha convertido en una marca de racismo porque lleva al desarraigo, al destierro y al hacinamiento, y en el hacinamiento la gente muere.

Los gobiernos ya no cuentan siquiera como desocupadas y desocupados a mujeres y hombres que llegaron a un punto de quiebre y ni siquiera buscan un lugar, se abandonan a las migajas del Estado. El Estado (en connivencia con los demás poderes) es responsable de la destrucción comunitaria, y se niega a reconocer los frutos de su sistema.

“Trabajo, quiero trabajo, porque esto no puede ser”, dice el poeta

Ver comentarios

Lo último

Agónica remontada de Argentinos para vencer a Instituto y es líder

Agónica remontada de Argentinos para vencer a Instituto y es líder

Barracas Central dio el golpe en Rosario y le ganó al Canalla

Barracas Central dio el golpe en Rosario y le ganó al Canalla

En River tienen en mente tres refuerzos para la Copa Libertadores

En River tienen en mente tres refuerzos para la Copa Libertadores

Ultimo Momento
Agónica remontada de Argentinos para vencer a Instituto y es líder

Agónica remontada de Argentinos para vencer a Instituto y es líder

Barracas Central dio el golpe en Rosario y le ganó al Canalla

Barracas Central dio el golpe en Rosario y le ganó al Canalla

En River tienen en mente tres refuerzos para la Copa Libertadores

En River tienen en mente tres refuerzos para la Copa Libertadores

Javier Altamirano visitó a sus compañeros en Estudiantes

Javier Altamirano visitó a sus compañeros en Estudiantes

Advierten que Nación no paga las regalías de Salto Grande

Advierten que Nación no paga las regalías de Salto Grande

Policiales
Recuperaron dos bicicletas robadas y arrestaron a un ladrón

Recuperaron dos bicicletas robadas y arrestaron a un ladrón

Concordia: su auto se incendió tras discutir con su pareja

Concordia: su auto se incendió tras discutir con su pareja

Incautan dinero y cheques en el puesto caminero de San Jaime

Incautan dinero y cheques en el puesto caminero de San Jaime

Ruta 26: un hombre murió tras ser atropellado por una camioneta

Ruta 26: un hombre murió tras ser atropellado por una camioneta

Paraná: dos detenidos con bochitas con cocaína en barrio Mosconi

Paraná: dos detenidos con bochitas con cocaína en barrio Mosconi

Ovación
El sóftbol Lento tiene su edición Nacional número 33° en Paraná

El sóftbol Lento tiene su edición Nacional número 33° en Paraná

En el Autódromo de Concordia ya se respira Turismo Nacional

En el Autódromo de Concordia ya se respira Turismo Nacional

Agónica remontada de Argentinos para vencer a Instituto y es líder

Agónica remontada de Argentinos para vencer a Instituto y es líder

Barracas Central dio el golpe en Rosario y le ganó al Canalla

Barracas Central dio el golpe en Rosario y le ganó al Canalla

Javier Altamirano visitó a sus compañeros en Estudiantes

Javier Altamirano visitó a sus compañeros en Estudiantes

La provincia
Advierten que Nación no paga las regalías de Salto Grande

Advierten que Nación no paga las regalías de Salto Grande

El salario básico de contrato de obra subió a $300.000 en la provincia

El salario básico de contrato de obra subió a $300.000 en la provincia

Docentes exigen cobrar fondos nacionales en sueldo de marzo

Docentes exigen cobrar fondos nacionales en sueldo de marzo

Concordia: escuela evalúa cómo seguir ante problemas edilicios y falta de personal

Concordia: escuela evalúa cómo seguir ante problemas edilicios y falta de personal

Feriado extra largo: ingresaron unos 27.100 vehículos

Feriado extra largo: ingresaron unos 27.100 vehículos

Dejanos tu comentario