Un hallazgo del equipo de investigación de la Universidad de la Costa del Sol, en Australia, preocupa a la ciencia médica: el esqueleto se está modificando debido a la utilización de celulares.
El esqueleto humano muestra modificaciones por el excesivo uso del celular
Los usuarios de celulares se encorvan varias veces al día para revisar sus celulares. Ese movimiento desarrolla "espigas óseas" en la parte posterior del cráneo.
Cada vez son más las personas que desarrollan esta protuberancia, y se la deben agradecer al uso del celular. Gracias a la postura que se utiliza para chequear los móviles, la estructura ósea se va modificando para sostener mejor la cabeza.
Según explican los investigadores, es muy poco probable que estos bultos causen efectos dañinos. Sin embargo, aclararan que una vez que se desarrollan es posible que nunca desaparezcan.
Años atrás ya se había advertido que el excesivo uso de los smartphones también detonaban patologías como las tendinitis; dolores en la espalda, cuello y rigidez muscular producto de la poca movilidad corporal o de mantener posturas inadecuadas.
Las tendinitis son las más comunes y se localizan en la mano de uso, incluso en la muñeca y, sobre todo, en el dedo pulgar, ya que es el más activo durante el uso de celulares.