Marcelo Medina/ De la Redacción de UNO
Un poco de claridad
Tanto se ha dicho sobre Fútbol para Todos que está bueno que la denuncia de una legisladora opositora no caiga en saco roto y reciba respuesta inmediata del gobierno nacional. Esto permitirá conocer los números finos que recibe la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y el programa.
Los clubes están cada vez más endeudados y destruidos. O sea, está peor la situación que cuando estaba en manos privadas. Aclaro, para que no se piense que cuestiono el programa, que quiero que jamás el fútbol vuelva a ser privado, pero tampoco quiero que la plata que destina el Gobierno a la televisación sirva para enriquecer a los dirigentes y empobrecer a los clubes.
Graciela Ocaña denunció en el Juzgado Nª 12 a los últimos jefes de Gabinete por “permitir” un presunto “fraude” en el reparto de los fondos públicos dedicados al programa. Si bien la iniciativa tiene un innegable tufo a política chicanera, a la que recurre de vez en cuando La Hormiguita, es necesario abstraerse de eso y focalizar los esfuerzos en brindar toda la información para aclarar a la sociedad qué se hace con aquellos recursos. La legisladora reclama “conocer los pagos que realizó la Asociación del Fútbol Argentino y cómo este dinero se distribuyó entre sus asociados”.
El texto señala que FPT invirtió entre 2009 y 2012 más de 6.000 millones de pesos para emitir por televisión las principales divisiones del fútbol local y el Mundial.
Ocaña también denunció que se duplicó el monto de dinero público transferido a los clubes “sin justificación alguna”, un dinero que la AFA repartía “sin control”. Esa inversión, continúa, no ayudó a reducir el déficit de los clubes, que alcanza hoy los 1.600 millones pesos. Además critica que en 2010 se invirtieran 1.000 millones de pesos para emitir los partidos y se recuperaran 6 millones de pesos en concepto de patrocinios y publicidad. Ese dinero según el espíritu del programa debe ser invertido en el deporte amateur, pero parece que no es así o no ha sido así. Por suerte la denuncia tendrá respuesta, ya que el gobierno nacional acusó recibo y adelantó que va a responder. El gobernador chaqueño en uso de licencia Capitanich aseguró que pondrá a “disposición de la Justicia” los números del Fútbol para Todos porque: “No tenemos nada que ocultar y mucho para informar”.
Capitanich, en su habitual conferencia de prensa, destacó el convenio que el Gobierno firmó con la AFA durante 10 años, para “posibilitar” al público ver los partidos de fútbol por la televisión abierta. “Me cuesta ver la existencia de un eventual delito (en la adquisición de los derechos de transmisión del fútbol). Pero, desde ya, nos ponemos a disposición de la Justicia. Presentaremos toda la información y documentación”, afirmó Capitanich. Ojalá que los números se conozcan y todos podamos sacar conclusiones y conocer qué está pasando con el deporte que más nos gusta a los argentinos y que cada vez está más destruido. Los ejemplos abundan, pero por si algunos no se acuerdan que River, Independiente, Rosario Central, Colón de Santa Fe, All Boys y Banfield perdieron la categoría por jugar mal al fútbol, pero ayudados por la debacle económica que los afectaba en ese momento. San Lorenzo casi cayó en desgracia y echó a su presidente por la mala administración. Llegó Marcelo Tinelli con plata y salvó al club de un nuevo naufragio. Otro dato no menor es que los presuntos clubes modelos como Lanús y Vélez tienen deudas que siguen incrementándose y superan ampliamente a su activo.
También deberían ser materia de investigación las gestiones que llevan a esos clubes a situaciones tan graves. Los negociados con los jugadores, los sobreprecios en obras, la dilapidación del patrimonio de esas instituciones sin fines de lucro también deberían ser motivo de preocupación para la legisladora, porque se presta a pensar que solo le preocupa encontrar el iceberg que hunda al Gobierno y no aportar a esclarecer las profundas relaciones que contribuyen a que los clubes pierdan el fin para el que fueron creados y sostenidos por generaciones y generaciones de hombres y mujeres que los hicieron importantes para muchas personas. Entonces, sea bienvenida la denuncia y bienvenida la respuesta de Capitanich. Ahora solo resta conocer cómo se distribuyó la plata.