Carlos Matteoda/ De la Redacción de UNO
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Radicales y De Ángeli, segundo intento
En el congreso del 24 de mayo se espera que el radicalismo entrerriano avale la conformación del acuerdo electoral Frente Amplio UNEN sin mayores discusiones. “Nos sobran los motivos”, explican los radicales parafraseando a Sabina. Simplificando mucho las cosas, podría decirse que al éxito de la experiencia de Unen en la Ciudad de Buenos Aires se suma el recuerdo de lo hecho por la UCR en soledad en la última elección legislativa en la provincia.
Esta será tal vez la primer movida fuerte respecto de la configuración del mapa electoral de la provincia con vistas a 2015. La formación de ese frente, prácticamente con los mismos socios que el radicalismo tuvo en 2011, no parece susceptible en la provincia de la crítica que el oficialismo le dedicó a nivel nacional, agitando “el fantasma de la alianza de 1999”. De la Alianza del 99 en Entre Ríos no queda casi nada, o casi nadie.
Sin embargo, muchos radicales creen que el acuerdo que podría mover el amperímetro electoral sigue siendo con Alfredo De Ángeli, a quien el líder del PRO Mauricio Macri presenta ya como el candidato a gobernador de su sector para 2015. Luego de que Macri relanzara su aspiración presidencial, el ruralista es la carta más fuerte de la que dispone hoy en la provincia.
Pero en política nada es definitivo, y menos a un año y medio de las elecciones primarias. Varios radicales explican que en realidad la figura de Ángeli es más que el PRO en Entre Ríos; que el dirigente ruralista tiene su propio electorado, que es parte de lo que históricamente fue el electorado cautivo radical, que podría incluir a cierta clase media y la población vinculada a la actividad rural, que es un sector de los votantes que la UCR quiere recuperar. Esto solo se resuelve – en lo inmediato- intentando otra vez el acuerdo que fracasó en 2013 por la falta de acuerdo respecto de las candidaturas, cuando el Torito de María Grande finalmente terminó asociándose con el bustismo.
Otros radicales, aún los menos entusiastas respecto del acuerdo, no se atreven a descartar la posibilidad del acuerdo con De Ángeli, a quien seguramente preferirían no ver encolumnado en el macrismo.
Mientras tanto a nivel nacional, donde la eventual alianza con el macrismo ya se ubicó como uno de los principales temas de la agenda del Frente Amplio UNEN, el partido amarillo despliega una campaña de seducción a los radicales, a quienes Macri les promete volver a la presidencia y gobernar no menos de 10 provincias si acceden a un acuerdo en el que el PRO pueda capitalizar la potencialidad electoral de Macri como candidato presidencial a través de la estructura política radical. Entre Ríos es un claro ejemplo de ese territorio donde al PRO le cuesta hacer pie, mientras que radicalismo tiene militantes en todos los rincones de la geografía provincial.
Más allá de la suerte de Macri y los radicales a nivel nacional, los allegados a De Ángeli consideran que este marco de discusión es casi la garantía de un acuerdo en la provincia. Esta mirada entusiasma al grupo del centenario partido que en la provincia se nutre especialmente de los intendentes.
Otros, en cambio, creen que las heridas que dejó el intento fallido de 2013 todavía están abiertas.
Lo que se diga en el congreso de la UCR del 24 de mayo seguramente será un indicio de cuál postura tiene mayores chances de concretarse; y lo serán mucho más las elecciones de autoridades partidarias del radicalismo, previstas para octubre.