Pablo Felizia/De la Redacción de UNO
Piñas van, piñas vienen
La semana pasada hubo tres hechos similares de diferente gravedad que fueron noticia nacional. Una de ellas ocurrió en el Parque Urquiza de Paraná: dos alumnas de 13 años de la escuela Del Centenario se trenzaron a piñas ante la vista de sus compañeros de curso que las arengaron. Luego subieron el video a youtube y en pocos minutos cosechó cientos de visitas. Todos tenían puesto el uniforme. La pelea se dio justo en el vértice del fin de semana largo y hubo que esperar hasta el lunes para conocer qué medidas iba a implementar la institución educativa. Se decidió sancionar, no solo a las dos jóvenes, sino también a quienes estuvieron ahí y no ayudaron a frenar los golpes. También se definió una serie de actividades y talleres para involucrar a los profesores y a las familias.
“La responsabilidad es de los padres”, fue una de las opiniones más escuchadas y leídas la semana pasada, sobre todo por personas vinculadas a la Educación. Es parecido a lo que manifiestan algunos directivos cuando aumentan los porcentajes de repitentes: “Es que en la casa no les exigen que estudien, les dejan hacer lo que quieren”, dicen una y otra vez; lo mismo cuando crecen los índices de la cantidad de materias que se llevan a marzo: “Durante el año los padres no se preocupan”.
Las tres frases anteriores son textuales. La primera perteneció a una profesional de la educación, la segunda a una rectora de escuela técnica y la tercera a una funcionaria del Consejo General de Educación. Las tres fueron en diferentes momentos y en un lapso de dos años. No es para generalizar, porque no todos piensan igual, pero ante hechos que afectan a la Educación, parece más fácil esta forma de deslindarse del problema.
Hay aspectos que ahora parecen lejanos, aunque pasaron solo hace algunos días. Internet tiene esa capacidad, lo más visto, discutido e interactuado en un momento a las pocas horas se desvanece y deja de importar.
De todos modos quizás sea necesario atender algunos detalles del hecho para que no pasen inadvertidos. Antes habrá que mencionar que los otros dos casos de violencia escolar de la semana pasada fueron graves: una joven falleció por la golpiza en Junín y una niña de 8 años resultó herida por compañeros de 12 en otra localidad. En Paraná se conoció que la pelea tuvo su expresión en facebook donde se concretó incluso, un encuentro para dirimir diferencias. Las agresiones físicas se dieron en el Parque Urquiza, pero al filmarse, el video volvió a Internet. Después llegaron los comentarios y opiniones en la misma plataforma virtual; al principio de los compañeros que participaron, después de una mayoría que tuvo un espacio en la red de redes.
De todos modos esta vez, las respuestas fueron diferentes, al menos en las consultas realizadas para las crónicas. La primera fue que la escuela en general aún no tiene todas las herramientas para abordar el uso de las redes sociales y la violencia que parte desde ella. La segunda, quizás la más importante, llegó el lunes con la sanción que aplicará la escuela Del Centenario. En principio la institución se hará cargo y abordará el problema.
“Acciones reparatorias”, fue el nombre que utilizó la rectora Arline Villamonte al referirse a una serie de medidas que tanto las alumnas que se pelearon como al resto de los estudiantes deberán realizar. Para algunos puede parecer poco, para otros al menos es un comienzo.
Hubo reuniones de padres y charlas con los alumnos, al menos así se informó. Se definieron sanciones donde no se incluirá la expulsión, y una serie de talleres y encuentros con tutores donde se pretende abordar tanto la violencia escolar como el uso de Internet. Se decidió incluso involucrar a las familias, a los estudiantes, a los mismos directivos y a los docentes.
Lo que le pasó a esta escuela en particular le pudo haber ocurrido a cualquiera, de hecho no es la primera vez que se da. “En este caso no hay un problema de material dañado, sino de reflexión y diálogo. Por eso llegaremos con talleres para charlar la problemática y trabajaremos con las dos alumnas en específico. Veremos cómo será la colaboración del Consejo de Prevención de la Violencia y las tutorías”, aclaró la rectora cuando fue consultada por este medio.
Habrá que ver si los talleres van a dar resultados. A lo mejor en algún futuro no muy lejano aparece en Internet una foto de las dos jóvenes en un abrazo fraternal; aunque el efecto dure solo algunas horas.